viernes, 26 de marzo de 2010

15:48

Vino de lejos, y antes de más lejos aún. Del Pacífico a las Afortunadas, y perdida la fortuna, aferrada la esperanza a un agua milagrosa, vino a morir joven a la tierra con quien compartió un amor que esta tarde se reveló hecho lágrimas. El aire preso, detenido, encadenado por los grilletes de la muerte. El paso cerrado. El final inminente. La última oportunidad. La misión imposible. Los límites humanos. Las debilidades asumidas. La tristeza de no poder y la tranquilidad de hacer lo debido. Las horas del hospital. Los dolores nuestros de cada día.

jueves, 18 de marzo de 2010

Pregón en nueve actos

Para que se descubran los pensamientos de muchos corazones una espada atraviesa su alma llena de Gracia. Llevada anoche desde la intimidad de su camarín hasta la palestra de la carroza procesional, inquilina durante nueve días del presbiterio de la capilla, a la vera de la Cruz como aquel primer Viernes Santo, al calor del sagrario Ella que fue el primero. Otra vez tuve que imaginarme, entre paciente y paciente, el Ave María, el esfuerzo a la de tres, el corto traslado, la izada a pulso hasta su trono de Reina coronada de dolor. Y también las faldillas moradas, la plata, los reencuentros, las palabras. A nueve días del día D para los que en el calendario buscamos pronto su fecha y su fiesta, su tiempo y su luz. "Temprano levantó la muerte el vuelo". Rendida de llanto, el consuelo arriba, clavando la mirada allí donde Ella sabe encontrar la respuesta. Dolorosa de novenas y rosarios recitados, de fe sencilla y tradición secular, de dolores humanos presentados a sus plantas en busca de consuelos divinos y ternuras de Madre. Dolorosa de todas las Cuaresmas, en la palestra de la capilla dorada para pregonar que la Pascua florecerá.

domingo, 14 de marzo de 2010

Laetare

Alegraos. El rosa de este domingo anticipa el florecimiento de la Pascua, ya próximo, y manifiesta la alegría aún contenida en el regazo cuaresmal. El rosa y la rosa, que hoy bendice el Papa y regalará como símbolo del Resucitado, dorada flor de su jardín, en preciosa tradición romana. Apenas dos semanas para alfombrar su entrada triunfal con ramos de alabanza y luego empedrar de sangre su calle de la amargura. Pasión de pasiones encontradas y vueltas a encontrar, siempre en búsqueda y nunca quietas, espinadas y hermosas como el rosal de su tierra, que del Cielo hoy espera la alegría.

jueves, 11 de marzo de 2010

Encrucijada

A favor de querencia, los pies me han llevado hasta San Vicente, para dejarme acompañar un rato por el Crucificado del Lunes Santo de aquí. Primer día del Triduo, la iglesia llena, el coro a punto. Jerusalem, Jerusalem, convertere ad Dominum Deum tuum. Zamora apura los preparativos de sus días grandes, anunciados en papel en las cristaleras de los comercios y, con mayor expresividad, en los rostros y las conversaciones. En esta casa, que no tiene túnicas en los armarios, también se respiran las vísperas zamoranas, primas hermanas de las salmantinas. El rito anual en muchos casos, la culminación de un trabajo en otros, la tradición recobrada, la familia unida, la ilusión de siempre que ahora nos parece por estrenar. Los pies a favor de querencia, que esta noche era San Vicente y su Cristo de Lunes Santo, porque todos los Lunes Santos tienen una Cruz elevada sobre su ser, abajada para que seamos lo que somos, extendida en sincero abrazo de Buena Muerte para darnos verdadera vida.

lunes, 8 de marzo de 2010

Lo que la oreja esconde

No he ido estos días al cine (olvidé contar algo de mi última película, "Shutter Island"), pero a rebufo de la oscarizada actualidad os traigo el fotograma más repetido de la sesión matinal que se me proyecta en marzo. Lo que la oreja esconde a menudo me maravilla, con sus peculiaridades anatómicas, sus pegotones de cera y sus matices de color. En busca del reflejo timpánico (ese puntito brillante), lo que la otitis se llevó, camino de la ventana indiscreta, ya sea oval o redonda. Porque si buscamos una cadena perpetua, hay que pensar en la de martillo, yunque y estribo, a prueba de avatares. Allí donde el otoscopio no se siente en tierra hostil.

domingo, 7 de marzo de 2010

El farol de Alberto

La primera noticia de este domingo tercero de la Cuaresma es que el farol de Alberto no se apaga, porque su luz es reflejo de esa otra Luz que no cesa, pero sí confiesa, a su modo, que no hay más cera que la que arde. Aquel 23 de abril de 2007 nos dio la bienvenida y desde la primera hora nos alumbró con una intensidad, por momentos, inusitada. Por él nos hemos enterado, con él nos hemos deleitado, en él nos hemos encontrado y de él nos hemos nutrido a menudo para seguir adelante. Como adelante sigue Alberto, en otra etapa sin acarrear farol, alumbrando de otra forma, pregonando a su estilo, enarbolando cruces de Pascua y pronunciando palabras llenas de vida. Gracias, Alberto, y hasta pronto.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Mas tus palabras no pasarán

Anoche en La Horta se sucedieron palabras de las que devuelven a uno a la Cuaresma cierta. La otra, la de las prisas, los sustos, los dimes y los diretes, es cruz de penitencia que cuesta relacionar con calles nazarenas y cultos de regla. Blanco sobre verde las leí y en la intimidad oscura del pequeño templo, a los pies de un Cristo expirante, en buena compañía, las oí. Escuché el Perdón de la tarde, camino de las aguas bautismales, sendero de libertad: "Ve y no peques más". La Promesa de un Reino paradisíaco en el que todos tienen sitio: "En verdad te digo". La Luz pronuciada en hachones que marcan la ruta: "El que me sigue, no andará en tinieblas". El Amparo al pie del dolor corporal: "Estuve enfermo y me visitasteis". El Consuelo a una sed que ansía y espera: "Yo soy la fuente de agua viva". La Agonía de la consumación total, el cáliz bebido hasta los posos: "Hágase tu voluntad". La Buena Muerte, preludio de la mejor Vida: "Sí, me levantaré". Palabras que no pasarán.