Y si es bisiesto, trescientos sesenta y seis. Tantos días el año como capítulos cumple esta serie en que los he ido nombrando, bautizándolos con mis ocurrencias e impaciencias y vuestras fieles notas al pie. Después de traer trescientas sesenta y seis veces un nombre para un día, probando las muchas mieles y las pocas amarguras de cinco años distintos (¡qué lejano aquel septiembre del 2006!), dejaré de acarrear palabras con este destino. Casi todo lo que comienza está destinado a un final, que no adopta ahora forma de abandono u olvido, sino que desemboca en las aguas abiertas que regresan a lo alto para volver a regar la tierra. Sin etiquetas que lleven unos días a otros, sin guiones para nombrar y renombrar, con todo el orden y el concierto que he podido, he traído entre manos pensamientos en voz alta y sentimientos en voz baja. Pero me llevo mucho más de lo que traje. Personas que un día aparecieron por aquí para quedarse más allá de esta despedida. Contrapuntos y diálogos. Entretenimiento y aprendizaje. Días y nombres que guardo en el corazón. Gracias a todos por todo. Quedad con Dios.
miércoles, 28 de abril de 2010
domingo, 25 de abril de 2010
Raíz
Otra fecha abrileña la vuestra, papá y mamá, para subrayar en el calendario de alegrías familiares. Ese día en que el que no estuve y con el que tengo tanto que ver. Sucedió en el mismo lugar donde al año siguiente me llevasteis a bautizar. Rodeados de los que os querían, os juntasteis para proclamar ante el Altar de María Auxiliadora un compromiso deseado y valiente, y que Dios lo bendijese con la Gracia de su Amor, derramado sobre el vuestro aquella mañana de primavera y todos los días desde entonces. Nunca le agradeceré y os agradeceré lo suficiente tan inmenso regalo, que en mí y en Carlos tomó forma de vida nueva, nacida de esa sencilla pero infinita suma de amores. Seguid sumando como hasta ahora. El uno y el otro, el otro y el uno, Carmen y Tomás. Brotando a cada instante, en perenne camino compartido, arraigados en una tierra que al cielo mira. Felicidades.
jueves, 22 de abril de 2010
CNTRPLT
Se asomó, hoy hace dos años, en una noche de lluvia fina, y se ha quedado asomada, a la vista, siempre cerca aunque los kilómetros parezcan muchos, siempre ahí. Nos asomamos juntos para contemplar el horizonte conjugando miradas, poniendo los cimientos de lo que ha de ser cierto, seguro y duradero. Confiados e ilusionados. Ya lo sabes, pero también aquí, donde nombro días y recuerdo uno que jamás olvidaré, el veintidós de abril, lo repito sin dudarlo. Te quiero.
domingo, 18 de abril de 2010
Recuerde el alma dormida...
No es la primera vez que ilustro con un cementerio, porque no tengo necesidad de pantallas vegetales ni sucedáneos. Me explico. Leo en la prensa local que en Peñaranda van a inventarse un telón de árboles para que al desviarse los madrileños que peregrinan convocados por el tostón bracamontino no sufran el traumático impacto visual de un cementerio. Decía la redactora que no es el camposanto la mejor "carta de presentación" de la localidad y que el objetivo es conseguir una entrada más "digna" para el pueblo. Mejor no ver a los muertos, no sea que recordemos que es el destino de todos y se nos atragante el cochinillo, que lo del muerto al hoyo y el vivo al bollo ya no es refrán extendido. En estos tiempos lo que no se ve no existe, y ojos que no ven, corazón que no siente, siguiendo con el refranero. Unos árboles que nos impidan ver el bosque de cruces (ufff, cruces encima) y asunto concluido. Una pantalla vegetal subvencionada. Una obra colectiva para los anales del municipio. Un asunto de urgencia vital. Tapa, tapa la tapia, aparta las lápidas de mi vista, que no quiero que me cubra la alargada sombra del ciprés.
viernes, 16 de abril de 2010
Ellos y nosotros
Nueva sesión de tarde, con la última de Polanski como reclamo. Un escritor de los que no aparecen el día de la presentación del libro se sumerge sin pretenderlo en la ciénaga inmunda de la alta política. La mediana (y mediocre) política que se nos muestra cada día, la punta de su iceberg, no desprende mejores aromas. Sabe Dios cuántas miserias se nos ocultan, pero la falta de formación o el exceso de deformación de los efímeros o eternos protagonistas permiten albergar tristes sospechas. Quizá no encuentren quien escriba sus memorias, ni siquiera quien las lea, pero a desmemoriados no les gana nadie si de medrar se trata, sedientos de poder. Tanto dan la incoherencia o la injusticia, pues no son límites para la mayoría. La verdad, o el conjunto de realidades más o menos compartidas, apenas resisten ante sus campañas de propaganda, si es que logran hacerlo. Ya pueden faltar recursos, que no contienen casi nunca su despilfarro. Y lo peor es que botarles votando sólo amplía la lista de decepciones (para los que se ilusionaron). Ellos a lo suyo... y nosotros, a lo nuestro. Lástima de fractura entre ellos y nosotros. Así no.
domingo, 11 de abril de 2010
Estando cerradas las puertas...
... se puso en medio de ellos. De nosotros. Entonces y ahora. Ya pueden estar cerradas las puertas, endurecidos los corazones o desdibujados los caminos, que nada hay imposible para Él. A su paso seguro, nuestras dudas toman cuerpo de razonable fe. Ante su presencia elocuente, los miedos dan lugar a las esperanzas. Dejamos de decir no para entonar un sí sustentado en la Gracia de su amor. Dominica in Albis. Algo nuevo está brotando, ¿no lo notáis?
martes, 6 de abril de 2010
Sea nuestra alegría y nuestro gozo
El día siguiente al día después es cuando empieza a remitir tímidamente el cuadro agudo del "síndrome del Lunes de Pascua". Con los santos en las hornacinas y los capuchones en los tendederos se atenúan los síntomas post-procesionales, aunque no faltan, ni sobran, las terapias sustitutivas (vídeos, fotos, tertulias programadas o casuales, traslados de carrozas, cenas de hermanos de paso, cultos pascuales diversos, reuniones de análisis, tarareo de marchas...). Supongo que esta nota al pie de los días de nombre más santo se incluye en mi particular receta. Han sido muchas horas de cofradía y no pocas de calles nazarenas, este año más de banzo que de vara (se agradece), y bastantes de amistad crecida a la sombra de la Semana Santa. Nuevas caras, nuevos pasos, nuevas vivencias. Y las de siempre recobradas. Sumando como es costumbre, tendiendo a infinito. Restando los días hasta la próxima, sin prisa pero sin pausa. Feliz Pascua.
viernes, 26 de marzo de 2010
15:48
Vino de lejos, y antes de más lejos aún. Del Pacífico a las Afortunadas, y perdida la fortuna, aferrada la esperanza a un agua milagrosa, vino a morir joven a la tierra con quien compartió un amor que esta tarde se reveló hecho lágrimas. El aire preso, detenido, encadenado por los grilletes de la muerte. El paso cerrado. El final inminente. La última oportunidad. La misión imposible. Los límites humanos. Las debilidades asumidas. La tristeza de no poder y la tranquilidad de hacer lo debido. Las horas del hospital. Los dolores nuestros de cada día.
jueves, 18 de marzo de 2010
Pregón en nueve actos
Para que se descubran los pensamientos de muchos corazones una espada atraviesa su alma llena de Gracia. Llevada anoche desde la intimidad de su camarín hasta la palestra de la carroza procesional, inquilina durante nueve días del presbiterio de la capilla, a la vera de la Cruz como aquel primer Viernes Santo, al calor del sagrario Ella que fue el primero. Otra vez tuve que imaginarme, entre paciente y paciente, el Ave María, el esfuerzo a la de tres, el corto traslado, la izada a pulso hasta su trono de Reina coronada de dolor. Y también las faldillas moradas, la plata, los reencuentros, las palabras. A nueve días del día D para los que en el calendario buscamos pronto su fecha y su fiesta, su tiempo y su luz. "Temprano levantó la muerte el vuelo". Rendida de llanto, el consuelo arriba, clavando la mirada allí donde Ella sabe encontrar la respuesta. Dolorosa de novenas y rosarios recitados, de fe sencilla y tradición secular, de dolores humanos presentados a sus plantas en busca de consuelos divinos y ternuras de Madre. Dolorosa de todas las Cuaresmas, en la palestra de la capilla dorada para pregonar que la Pascua florecerá.
domingo, 14 de marzo de 2010
Laetare
Alegraos. El rosa de este domingo anticipa el florecimiento de la Pascua, ya próximo, y manifiesta la alegría aún contenida en el regazo cuaresmal. El rosa y la rosa, que hoy bendice el Papa y regalará como símbolo del Resucitado, dorada flor de su jardín, en preciosa tradición romana. Apenas dos semanas para alfombrar su entrada triunfal con ramos de alabanza y luego empedrar de sangre su calle de la amargura. Pasión de pasiones encontradas y vueltas a encontrar, siempre en búsqueda y nunca quietas, espinadas y hermosas como el rosal de su tierra, que del Cielo hoy espera la alegría.
jueves, 11 de marzo de 2010
Encrucijada
A favor de querencia, los pies me han llevado hasta San Vicente, para dejarme acompañar un rato por el Crucificado del Lunes Santo de aquí. Primer día del Triduo, la iglesia llena, el coro a punto. Jerusalem, Jerusalem, convertere ad Dominum Deum tuum. Zamora apura los preparativos de sus días grandes, anunciados en papel en las cristaleras de los comercios y, con mayor expresividad, en los rostros y las conversaciones. En esta casa, que no tiene túnicas en los armarios, también se respiran las vísperas zamoranas, primas hermanas de las salmantinas. El rito anual en muchos casos, la culminación de un trabajo en otros, la tradición recobrada, la familia unida, la ilusión de siempre que ahora nos parece por estrenar. Los pies a favor de querencia, que esta noche era San Vicente y su Cristo de Lunes Santo, porque todos los Lunes Santos tienen una Cruz elevada sobre su ser, abajada para que seamos lo que somos, extendida en sincero abrazo de Buena Muerte para darnos verdadera vida.
lunes, 8 de marzo de 2010
Lo que la oreja esconde
No he ido estos días al cine (olvidé contar algo de mi última película, "Shutter Island"), pero a rebufo de la oscarizada actualidad os traigo el fotograma más repetido de la sesión matinal que se me proyecta en marzo. Lo que la oreja esconde a menudo me maravilla, con sus peculiaridades anatómicas, sus pegotones de cera y sus matices de color. En busca del reflejo timpánico (ese puntito brillante), lo que la otitis se llevó, camino de la ventana indiscreta, ya sea oval o redonda. Porque si buscamos una cadena perpetua, hay que pensar en la de martillo, yunque y estribo, a prueba de avatares. Allí donde el otoscopio no se siente en tierra hostil.
domingo, 7 de marzo de 2010
El farol de Alberto
La primera noticia de este domingo tercero de la Cuaresma es que el farol de Alberto no se apaga, porque su luz es reflejo de esa otra Luz que no cesa, pero sí confiesa, a su modo, que no hay más cera que la que arde. Aquel 23 de abril de 2007 nos dio la bienvenida y desde la primera hora nos alumbró con una intensidad, por momentos, inusitada. Por él nos hemos enterado, con él nos hemos deleitado, en él nos hemos encontrado y de él nos hemos nutrido a menudo para seguir adelante. Como adelante sigue Alberto, en otra etapa sin acarrear farol, alumbrando de otra forma, pregonando a su estilo, enarbolando cruces de Pascua y pronunciando palabras llenas de vida. Gracias, Alberto, y hasta pronto.
miércoles, 3 de marzo de 2010
Mas tus palabras no pasarán
Anoche en La Horta se sucedieron palabras de las que devuelven a uno a la Cuaresma cierta. La otra, la de las prisas, los sustos, los dimes y los diretes, es cruz de penitencia que cuesta relacionar con calles nazarenas y cultos de regla. Blanco sobre verde las leí y en la intimidad oscura del pequeño templo, a los pies de un Cristo expirante, en buena compañía, las oí. Escuché el Perdón de la tarde, camino de las aguas bautismales, sendero de libertad: "Ve y no peques más". La Promesa de un Reino paradisíaco en el que todos tienen sitio: "En verdad te digo". La Luz pronuciada en hachones que marcan la ruta: "El que me sigue, no andará en tinieblas". El Amparo al pie del dolor corporal: "Estuve enfermo y me visitasteis". El Consuelo a una sed que ansía y espera: "Yo soy la fuente de agua viva". La Agonía de la consumación total, el cáliz bebido hasta los posos: "Hágase tu voluntad". La Buena Muerte, preludio de la mejor Vida: "Sí, me levantaré". Palabras que no pasarán.
sábado, 27 de febrero de 2010
En Guareña comprendí...
... que al lugar donde has sido feliz sí debieras tratar de volver. Versiono a Sabina para desmentirle. Porque en estos dos meses escasos allí he sido aún más feliz de lo habitual. Entre la quemadura de Pascuala del día de Reyes por la tarde y la laringitis de Diego, hace escasas horas, un compendio de Medicina Rural, en la sencillez de sus medios y la grandeza de estirarlos cultivando la relación de confianza, que no enseñan en la Facultad y en el hospital es difícil aprender. Llegué a La Guareña una mañana de enero creyéndome con vocación de médico de pueblo y esta mañana de febrero he salido del Centro de Salud de Fuentesaúco convencido de que lo que creía es cierto. Mucho más cierto que entonces, después de estas semanas con María y José Manuel, conociendo distintas formas de trabajo con el denominador común del sincero interés por el paciente, entrando en las casas y en las familias, diciendo y sobre todo escuchando, comentando y proponiendo. Se ha pasado rápido, como todo lo bueno, pero hemos encontrado tiempo para consultas y visitas, residencias y avisos, burocracias y sesiones, reuniones de equipo y cafés de las nueve y media, bisturíes eléctricos y de toda la vida, arroces a la zamorana y sopas de ajo. Volveré.
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