jueves, 6 de noviembre de 2008

En el peor sentido de la palabra

Pestiño
(Del lat. pistus, majado, batido).

1. m. Fruta de sartén, hecha con porciones pequeñas de masa de harina y huevos batidos, que después de fritas en aceite se bañan con miel.
2. m. coloq. Persona o cosa pesada, latosa o aburrida. Esta novela es un pestiño.

Los pestiños me agradan en su primera acepción, como a algunos, y me aburren en la segunda, como a todos. Estas últimas tardes no me han dado ni uno solo de los pestiños que me gustan pero sí me han sometido a uno de los otros repartido en cuatro dosis que ni se frieron en aceite ni se bañaron en miel, bajo el título "Educación para la Salud". Viene en el programa de residentes y hay que darlo, de acuerdo, ¿pero así? Creo que esta toma de contacto con la Medicina comunitaria no le hace justicia a la materia. De siempre me ha atraído, quizá por esa extraña vocación de médico de pueblo, y esperaba del curso mucho más que esto. Nunca un pestiño, y nos lo hemos comido sin harina y sin huevos. Esperaba una experiencia directa, ¿por qué no conocerla in situ y colaborar en un proyecto concreto? Esperaba vivirla con algún equipo de atención primaria del medio rural, allí, palpando la realidad de la comarca y afrontando sus necesidades, o lanzándome al ruedo de algún centro escolar y su correspondiente encierro en puntas, pero no cuatro tardes de teorías pedagógicas, didáctica no menos teórica y dinámicas de grupo. Lo mejor han sido los cafés y, si los hubiera habido, los pestiños. De todos modos, apunto Alezeia y prometo ser fiel a mi preexistente afinidad por la Educación para la Salud.

9 comentarios:

davidiego dijo...

mantén la ilusión y cuando puedas haz las cosas como crees que deberían hacerse, aunque no siempre pensemos igual.

conozco otra gente, en otros lugares que hacen cosas tan simples que no les dan importancia, pero que hacen que su sanidad esté lejos de la de aquí.

en tus manos, en nuestras manos, está hacerlo mejor.

aunque cuando recibamos un volante pestiño, de algún médico pestoso, echemos mil pestes.

Félix dijo...

Son los peldaños que hay que ir escalando para llegar a donde queremos. Hay veces que éstos son más altos, están más sucios o son más resbaladizos, pero no queda más remedio que subirlos. Otra cosa es que, de vez en cuando se necesite una limpieza de los mismos y ésta sólo pueden hacerla los que tienen verdadero interés en que la cosa funcione, sea eficaz y, sobre todo, atractiva. Eso ya depende de la vocación de los docentes en cada caso.
Cordialmente,
Félix

Lucano dijo...

Cuánta razón, David. La ilusión la tengo intacta, y el apetito abierto por los pestiños ;-)

Félix, de esto tú sabes más, de mantener el interés y motivar a los alumnos. Paso a paso.

Ana Pedrero dijo...

Oh, Tomás: acabas de recordarme que adoro los pestiños. Me saben a mi Cái y a la promesa de volver.

Mil besos.

p.d. Los otros pestiños, ni menearlos.

Lucano dijo...

Cuánto me alegro, Ana. De una u otra manera, siempre estamos volviendo. Saludos desde Urgencias: ¡¡¡son las 5:16!!!

Nebulina dijo...

A veces nos lo ponen complicado..con lo interesantes que podrían ser algunas cosas (o no tanto) y lo feas que las ponen...
Por cierto, estuve en urgencias hace unos días (ya bastantes) y te busqué con la mirada pero claro..como para encontrarte XD
Un besazo!!

Lucano dijo...

Bienvenida, Nebulina. Releyendo en tu blog (enhorabuena) compruebo que estuviste el día de San Lucas, que al contrario que muchas de las fiestas últimas no celebré con guardia. Espero que hayas olvidado la tortura china de la gasometría ;-)

Nebulina dijo...

Sí, la olvidé pero ahora le tengo pánico xDD
Un beso!!

Lucano dijo...

Yo hice una, pero últimamente, con el barullo que tenemos en Urgencias, no me da tiempo a seguir practicando con las "vías" y demás.