lunes, 30 de marzo de 2009

Extraños compañeros de cama

Son sólo voces más altas que otras, portazos frecuentes, discusiones en las que alguna frase se distingue, gritos sin venir a cuento. Sólo eso. "Sólo mía". Sólo suya. Gitano él y ella paya, pero la raza es lo de menos; jóvenes, muy jóvenes los dos, tan jóvenes que me parecen unos mocosos, a mí que apenas me sale la barba. Padres ya, de un niño que llora poco y ríe mucho. "¡¡¿Me vas a traer la cena o tengo que ir al McDonald's?!!". Buenas palabras en el ascensor, corrección en los pasillos del vecindario, pero puertas adentro la vida es otra. Voces, portazos, discusiones, nada más puedo pensar, pero eso es tanto que la imaginación se topa con peores formas de violencia, y le cuesta dar con razones para alejarlas de sí. Aunque esta noche la cena llegara a tiempo a esa mesa de exigencias. Son tan jóvenes mis vecinos, él y ella, ella y él, que espero también estén a tiempo de salir del atolladero de voces, portazos y discusiones en que han convertido su convivencia en la casa de al lado.

viernes, 27 de marzo de 2009

El jueves de la cuarta semana

Era el día y ha sido. Después de faltar al concurridísimo montaje del paso, que intenté vivir a mi manera atendiendo pacientes en Urgencias y conocí después por las crónicas de Jesús, Rober y compañía y por las fotos de Víctor, no podía faltar al comienzo de la Novena. No he faltado. Y lo he logrado sin sacar billete de autobús, porque esta noche mi Vera Cruz ha sido San Vicente, y en la que los zamoranos llaman Nuestra Madre he reconocido a la que los salmantinos llamamos La Dolorosa. En el regazo de aquélla, el mismo Cristo, con su herida de amor multiplicada por cinco; en el pecho de ésta, multiplicada por siete, la espada que atraviesa su alma para que se descubran los pensamientos de muchos corazones: "Madre mía amantísima, si soy hijo de Dios, a Jesús y a tus Dolores se lo debo...", como reza, multiplicada por nueve, la plegaria diaria, que busca y encuentra en la repetición de las palabras la renovación del descubierto pensamiento de los corazones. Dentro de unas horas se cambiarán las tornas pero no habrá variado lo fundamental. Me sentaré en los bancos de la Vera Cruz yéndome por un momento a San Vicente. Cuando pronuncie Dolores querré decir también Angustias. Cuando me acerque a su camarín y vea a la Amargura de negro, recordaré a la Concha de morado. Estaré en Salamanca sin olvidar Zamora. Será, ya es, el viernes de la cuarta semana, víspera de días con nombre: Sábado de Lázaro, Domingo de Pasión... Vísperas para hermanar ciudades y oraciones. Días para no faltar. Días de guardar. Días de gozo.

domingo, 22 de marzo de 2009

El lazo, el lince, la Vida y la muerte

Estos días de vísperas semanasanteras a las cofradías les ha pillado el toro de la oportunidad. El Gobierno de España promueve una reforma de la Ley del Aborto, que ya traté hace escasos días, y la Conferencia Episcopal Española, con motivo de la Encarnación del Señor (25 de marzo, Jornada Pro-Vida), ha alzado la voz de forma clara: con el célebre cartel del lince y con una nota clara y muy eclesial. Desde Sevilla y otras ciudades andaluzas se ha tomado pronto el testigo, y han surgido iniciativas, como adherirse a la campaña en favor de la vida, lucir lazos blancos en los pasos, convocar oraciones con esta motivación, etc. Llegan del sur los ecos y es la hora de que se pronuncien las hermandades castellanas y leonesas. En tiempo de montar los pasos y planchar las túnicas, a mucho cofrade poco comprometido, cuya vida en nada se parece a la procesión, esto no deja de resultarle fastidioso. Así lo estoy comprobando en los foros salmantino y zamorano: "eso no nos incumbe", "los obispos se meten en política", "las cofradías y la Iglesia, cada una por su lado", "el Papa provoca la muerte de los niños de África por el SIDA"... Por desgracia, muchos cofrades que ven esto como algo antropológico-festivo-devocional se han creído las falacias de la anti-Iglesia. Nos encontramos ante un momento de prueba, y más allá de la anécdota del lazo y del lince, aquí se libra otra batalla entre la Vida y la muerte, como la que acogió Jerusalén hace casi dos mil años. Algunos creen que nada tiene que ver con ella. Lástima de Pascua la suya, porque dejan escapar el más fresco y actual de sus aromas.

martes, 17 de marzo de 2009

Sabía de quien se fiaba

Hoy, cuando haya amanecido y transcurrido una nueva mañana en la planta o la consulta de Cardiología, cuando nos hayamos reunido los residentes en Santa Elena, cuando me haya dormido en el autobús rumbo a Salamanca y disfrutado con María del sol de la tarde de este marzo que a ratos mayea con ganas, hablaremos de Pablo y la Misión, la suya y la nuestra, que no es otra que la de Cristo y su Iglesia. Será entre hermanos, en diálogo fraterno, como es propio. Preparar el encuentro de hoy me ha obligado, bendita obligación, a recorrer las rutas de Pablo, de las más kilométricas que un hombre de su tiempo, cuando el mundo se miraba todo él en el espejo del Mediterráneo, podía llegar a hacer. Quizá, la Tradición lo observa así, alcanzó también las tierras de España, el confín de Occidente. Lejos quedaría aquel otro periplo, rumbo a Damasco, en busca de capturar a esos fieles del "Camino": "Saulo, soy Jesús, a quien tú persigues". El mismo Cristo Resucitado le cambió la vida y le constituyó en Apóstol de los gentiles, "apóstol por Gracia de Dios", porque la Salvación es para todos, judíos y paganos, esclavos y libres, y todos somos lo que somos en Cristo Jesús. Sólo desde un encuentro tan intenso con el Señor se entrega la vida a la causa del Evangelio y a la obediencia plena del "Id y anunciad". Pablo es maestro de misioneros, modelo de apostolado, que en el Año Santo del bimilenario de su nacimiento en Tarso de Cilicia nos ayuda en esta subida a Jerusalén que es la Cuaresma. En el horizonte la Cruz, el centro de su predicación, escándalo para los judíos, necedad para los gentiles, que revela en su perfecta simbiosis con Cristo que la más débil de las debilidades de Dios es más fuerte que la más fuerte de las fuerzas de los hombres, y que la más necia de las necedades de Dios es más sabia que la más sabia de las sabidurías de los hombres. Un horizonte ya próximo que nos muestra en el Calvario la silueta del signo que enamoró a Pablo: "Sé de quien me he fiado y estoy seguro de que guardará hasta el último día el encargo que me dio".

martes, 10 de marzo de 2009

Consulta remota

Esta mañana, después de comentar los pacientes, charlar en el rato del café, pasar planta, evolucionar historias, actualizar tratamientos, dictar las altas, informar a los familiares y un ecocardiograma de ésos en que las aurículas y los ventrículos se ponen de colorines, y según los colorines las válvulas son insuficientes o estrechas o normales, nos presentaron un adelanto que pronto se va a poner en práctica con los portadores de marcapasos del Virgen de la Concha: el Carelink, para que los enfermos se pongan el aparatito sobre el pecho, lo enchufen a la línea telefónica y al momento su cardiólogo pueda enterarse a través de una web cómo van las cosas en el miocardio de la señora Felicísima, allá en su aldea de la Alta Sanabria. Me preguntaban los de Medtronic que si también era cardiólogo, y yo: "No, residente de Familia". Ellos insistían: "Bueno, luego puedes hacer Cardiología". Y yo: "No, no, que a mí me gusta mucho Familia". Al fin y al cabo, el que va a disfrutar del Carelink es el cardiólogo y el que va a padecerlo seré yo, cuando la señora Felicísima, allá en su aldea de la Alta Sanabria, dude si debe enchufarse al teléfono todas las semanas, o sólo cada tres meses, si el aparatejo se puede guardar en la despensa, si necesita cambiar las pilas, si pita más de la cuenta, si se lo pone por la noche o antes de comer... Por eso bien está que me hayan adentrado, al final de la mañana, en el proceloso océano de la consulta remota, todo un reto para los que día tras día pasaremos la consulta presencial de nuestros queridos cardiópatas rurales.

viernes, 6 de marzo de 2009

Cómo convertir un delito en un derecho

Ése parece ser el motivo de que en el Gobierno de España exista un Ministerio de Igualdad. Perplejo me quedo, porque, no hace ni un par de años, alguna tarde de viernes como ésta tuve que acudir a las aulas de la Facultad de Medicina para asistir a las prácticas de Medicina Legal, y si prosperan los consejos que una comisión de expertos de dicho Ministerio ha dado sobre el aborto, tendré que emborronar los apuntes. No cambiarían mis principios, claro, pero sí la ley, hasta convertir el delito del aborto en el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. Matar era delito, aún lo es, aunque despenalizado ya en algún caso; matar sería derecho, incluso haciendo lo posible por limitar la objeción de conciencia de los hipotéticos ejecutores. "Sensata, garantista y a la europea" ha de ser la nueva ley, señala la ministra del supuesto ramo (si el ramo del aborto es la Igualdad de mal sitio partimos). La sensatez es la prudencia y acabar con una vida humana en ningún caso es lo prudente: primum non nocere. Garantista será si salvaguarda el derecho de quien no puede hacerlo valer, y no parece que vaya a salvaguardarlo. Tanto me da que sea a la europea, a la africana, o a la neozelandesa, vaya cosas tiene la señora o señorita ministra Aido. También me parece secundario el debate de la edad de decisión, mayores o menores de dieciséis años, pues eclipsa el fondo del problema. Tampoco comprendo a los que establecen límite según estadio embrionario, basándose en la mayor o menor autonomía respecto al organismo materno, pues adultos hay que dependen de forma absoluta para sobrevivir y no se les abandona a su suerte. Por último, apunta la ministra que se pretende disminuir el número de abortos, que ella denomina IVEs: si a día de hoy los métodos anticonceptivos están al alcance de cualquiera y no dejan de aumentar los abortos, ¿no será mejor tomar medidas educativas y que el sexo deje de ser considerado una práctica más de ocio por los jóvenes en este país, en lugar de expresión de una relación conyugal bien asentada? Quizá no es cometido del Ministerio de Igualdad, pero ya puesto a suplantar funciones de otras carteras... Tampoco la oposición parlamentaria se decide a tomar la bandera de la defensa del derecho a la vida. Confiemos en que este proyecto de ley que se va a redactar en los próximos meses se tope con las razones que, no hace ni un par de años, en tardes de viernes como ésta, me dieron en las aulas de la Facultad de Medicina. Yo las doy por buenas.