Estaba echando un vistazo ahora al complicado cuadrante de resultados de la primera vuelta de las elecciones a Rector de la Universidad de Salamanca. Dividido el censo en siete sectores, con sus respectivas ponderaciones, descubro que pertenezco al que ha registrado menor porcentaje de participación, el de los estudiantes de pre-grado. Ni cinco mil alumnos hemos votado de los más de veintisiete mil llamados a hacerlo. Nada que ver las mesas de las facultades con el bullicio de esta mañana en Libreros, con todo el profesorado acercándose a las Escuelas Mayores. El estudiante de Salamanca hoy apenas ha opinado, y en la segunda vuelta, que se presenta muy favorable al candidato Alonso frente al actual Rector Battaner, no creo que vayamos a ser muchos más los votantes. Nuestro voto vale poco, pero cuenta más, por ejemplo, que el de la mayor parte de los profesores que nos imparten prácticas. Vale algo, y a la urna lo he mandado recordando aquella primera lección universitaria que me obsequió con el tema 1 de Bioquímica. A mí no me lo hacen a la puerta de casa... y tampoco me gusta el "botellón".jueves, 22 de febrero de 2007
El estudiante de Salamanca
Estaba echando un vistazo ahora al complicado cuadrante de resultados de la primera vuelta de las elecciones a Rector de la Universidad de Salamanca. Dividido el censo en siete sectores, con sus respectivas ponderaciones, descubro que pertenezco al que ha registrado menor porcentaje de participación, el de los estudiantes de pre-grado. Ni cinco mil alumnos hemos votado de los más de veintisiete mil llamados a hacerlo. Nada que ver las mesas de las facultades con el bullicio de esta mañana en Libreros, con todo el profesorado acercándose a las Escuelas Mayores. El estudiante de Salamanca hoy apenas ha opinado, y en la segunda vuelta, que se presenta muy favorable al candidato Alonso frente al actual Rector Battaner, no creo que vayamos a ser muchos más los votantes. Nuestro voto vale poco, pero cuenta más, por ejemplo, que el de la mayor parte de los profesores que nos imparten prácticas. Vale algo, y a la urna lo he mandado recordando aquella primera lección universitaria que me obsequió con el tema 1 de Bioquímica. A mí no me lo hacen a la puerta de casa... y tampoco me gusta el "botellón".
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4 comentarios:
Si el botellón es la causa de la abstención o de dar la espalda al Dr. Battaner es que el alumnado tiene la cabeza menos amueblada de lo que pensaba (y eso que sabes que soy muy pesimista).
Yo también guardo muy buenos recuerdos del señor "de gran bigote y enormes gafas" que nos dio la bienvenida a -en sus propias palabras- "la profesión más hermosa del mundo".
Amigo Lucano, esto no es nuevo en nuestra querida Universida. Aún recuerdo mi lejano paso por sus aulas y siempre el alumnado fue pasota con las elecciones quizás pensando mas en la fiesta que en lo que realmente interesa. Como dice Asklepieia la gran mayoria del alumnado tiene poco amueblada la cabeza, pero, por lo que intuyo, cada año que pasa menos amueblada.
Saludos.
Pues yo soy optimista, también lo sabéis, y no creo que el botellón fuese la causa de la abstención, claro, pero sí la palabra que muchos pronunciaban cuando se hablaba de este candidato, más que el calendario académico o el servicio de bibliotecas. Abstención se produce cuando no se siente uno representado, y esto habría de preocupar muy seriamente a la institución. No será cuestión de incrementar la importancia del voto estudiantil, sino de que los alumnos de la Universidad de Salamanca nos sintamos de verdad estudiantes de Salamanca, con todo lo que eso significa. Algunos lo hemos hecho más que nada sentimentalmente, por puro salmantinismo, y no porque desde el Estudio se nos haya mimado. A ver si este profesor vallisoletano, presumible nuevo rector Alonso, lo consigue, y sus buenas palabras cobran fuerza en mejores obras. Vivat Academia!
Yo creo que la gente no vota porque les da igual, y porque la tendencia es general en casi todo tipo de elecciones, sean elecciones a la presidencia del estado, o al rector... "el vulgo" pasa... Tal vez porque no nos sentimos representados, tal vez porque todos pensamos que en el fondo nada va a cambiar... No lo sé. Pero en este país algo muy gordo tiene que pasar para que la gente se moleste en ir a votar... Por desgracia.
Para más inri, la gente que no vota, no lo hace a conciencia, quiero decir, no es fruto de ningún tipo de reflexión, simplemente "pasan".
Y creo que esta tendencia no es sólo española.
Que conste que yo voté... y volveré a votar :P
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