jueves, 22 de marzo de 2007

El hombre que susurraba a las petunias

Tengo a un buen amigo a 3,2 ºC bajo cero susurrándole a las petunias que "hace un frío...". Esta noche no cumpliremos tampoco el pacto de las 00:30 y me dormiré pensando en el hombre que susurraba a las alegrías las amarguras de la Semana Santa, que revisa la maquinaria imperfecta de un invernadero donde baja la temperatura décima a décima, que con sus "hola a todos" aumenta la del foro bombilla a bombilla, como las de Edison y su esquina de largas despedidas, que hasta le dedican "escritos en la piel" y se deja la piel lo que no está en los escritos...

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Susurra a las petunias, a las alegrías, a los pensamientos. Y los protege del viento del norte cuando viene como un huracán. ¡Qué grande es este Roberto por dentro y por fuera!

Anónimo dijo...

Hermosas palabras, Tomás. No merecen menos esos 195 centímetros de honestidad, de bondad, de ternura con su Dolorosa y su Cristo de Doctrinos. No merece menos el amigo que siempre da más que recibe.

Anónimo dijo...

Muy bonito. Es como el hombre que susurraba a los caballos, pero a las petunias, ¿no?

Anónimo dijo...

Son las 6.35 de la mañana hay -6,2ºC y 150.000 plantas renacerán con el amanecer, al igual que me habeis dejado vivo a mi con vuestro calor. Nunca sabré como agradecerlo.
Me iré pronto a dormir, supongo. Mientras tanto, Tomás irá a devolverle el manto que se trajo para arroparme a la Dolorosa y asi contribuirá al montaje de este año, y la Berredita es libre para recoger su capa (si, la capa berrendita) cuando quiera, como si la quiere dejar extendida de por vida.

Lo bueno es que el saco de dormir azul en mi cabeza, si, tenia que ser azul veracruz (color que también será de nuestra nueva hermana) parecía mi capa procesional cuando tocaba hacer ronda entre plásticos y flores para ver si estaban todas bien dormidas.

Este año cuando subamos La Compañia coordinando los bailes morados con la muchedumbre multicolor me reiré de esta noche, noche que repetimos cuando querais pero viendo todos el mismo cielo descubierto que os describía. Sin duda, una noche que no olvidaré.

Lucano dijo...

Ahí queda el comentario del "protagonista" de la noche, que con ver dos números y pulsar un botón "salvaba el mundo". Ojalá esté ahora durmiendo.

Anónimo dijo...

Precioso, Roberto. Hay quien lleva poesía en las venas aunque no lo sepa, aunque sólo se la susurre a las petunias. Deja extendida la capa berrenda sobre tus ciento cincuenta mil plantitas. Quizá nos arrope la noche que nos vayamos por ahí con Tomás a devorar estrellas y sueños. Paz y bien, hermanos.

Anónimo dijo...

Ya no se si estoy despierto o dormido, tal vez soñando. Una cabezada de una hora en el coche y como nuevo, tenía que ver como os levantabais y deciros como lo hacia yo (sigue en pie mi promesa de dormirme a las 00.30 lucano, y de soñar otra hora diaria, berrendita).
Solo sé que tengo fuerzas de sobra para que la calefacción se estropee a diario y obligaros a acompañarme.
Y que el cuerpo me pedía contarles a mis plantas lo que hicisteis anoche. Se rien todas con lo que pensaba que hacia pulsando un botón, pero me dicen que se habrian en las flores más bonitas solo para vosotros, que anoche pulsabais el teclado.

Os debo una noche y un marco gigantesto de cielos y estrellas donde enmarcar esto. Otra vez mil veces gracias.

Roberto

Anónimo dijo...

¿Como coño me atrevo a firmar como Roberto?. En que estaré pensando, ahora si que es la falta de dueño. Tampoco,será la falta de dormir, que no de soñar.

Sin duda, ahora firmo como el hombre al que susurraban los amigos.

Lucano dijo...

R..., acabo de ver tu sms, ya veo que ahora sí, eres "el hombre que susurraba a sus amigos". Mi despertar fue una conversación con mi madre preguntándome por las capas procesionales de la familia. Todo cuadra.

Anónimo dijo...

Sé que no es el lugar pero necesito haceros participes, despues comeré y siestecita despues de que mi madre me dé pomada en mis ojeras rojitas. Os lo tengo que contar a vosotros, que anoche me acompañarasteis en lo que iba a ser la derrota de una noche muy larga. Quiero que también esteis conmigo en las victorias.
2.007 está siendo un año extraño, de subidas y bajadas, de magias huracanadas y ahora toca alegrarse. Esta mañana, dormido, recibo un correo certificado en el que me conceden una pedazo de subvención para el invernadero. Se pidio hace no sé cuanto, por pedir que no quede!!! Y hoy me toca, tenia que ser hoy. A los santos, a nuestro Doctrinos y Dolorosa y tu Espaditas no se le pide dinero, se le pide una pizca de felicidad para los tuyos y este año pediré por dos personas más.
Nos la conceden las Administraciones, me conceden un 24% de la última ampliación. La de la maquina que no quería funcionar anoche... pues que le dén. Que se busquen la vida las ciento cincuenta mil la noche que me pague una cenita para tres.

Que pase el siguiente!!! Me atrevo con todo: a la Junta nos la comemos hoy, Tomás, y a la berrendita... pues sus batallas no hace falta ganarlas.

Anónimo dijo...

Estás inmenso, me encanta, jajaja. Tomás, por favor, dale una sopa de sedante o una tila antes de la junta, que se come a todos con patatas. Y como crezca un poquito más, rompe el molde. Bueno, ya lo rompió cuando asomó las orejitas desde el vientre de su madre. Qué tío, jajaja. Nos debemos una los tres, pero de verdad. Y sí, mis batallas las tenéis ganadas.