miércoles, 6 de junio de 2007

Corpus Christi


























Tres jueves, dicen, que en el año había

más relucientes que el astro primero
y uno de ellos, con brillos de lucero,
era el Jueves de Dios Eucaristía.

Domingo ahora, ¿acaso importa el día
para alfombrar las losas de romero
al paso del ardiente panadero
amasado en el Pan de la Alegría?

Porque siempre es momento de adorarle
extendiendo a sus pies las bellas flores
que brotan en el alma al contemplarle,

de, en sencilla oración, rendir honores
sabiendo con certeza que, al cantarle,
cantamos al Amor de los amores.


Una alfombra de flores y romero aguarda la llegada del Santísimo Sacramento en la Plaza de Santa María de Carrión de los Condes. Sea por siempre bendito y alabado.

3 comentarios:

Alberto dijo...

Precioso poema. Ya sabes el respeto que le tengo a la poesía, y me sorprende la capacidad que tienes para escribir los sonetos. Me ha encantado.

Un abrazo y Bendito y alabado sea por siempre.

Anónimo dijo...

Amen

Me encanta tu pag, "aqui me tienes, nadie me manda"... ayúdame tú, seguir a Jesús es difícil, pero gratifica. Ánimo y adelante, vas por buen camino :)

Lucano dijo...

Gracias, Alberto y Alicia. Añado como curiosidad que olvidé anotar que la letra de "Cantemos al Amor de los amores", himno del Congreso Eucarístico Internacional de Madrid de 1911, se la debemos a un insigne carrionés, el padre agustino Restituto del Valle, autor también de la letra del himno a la Virgen de Covadonga, compuesto en 1918 con motivo de su coronación canónica. La música de ambos es obra de Ignacio Busca de Sagastizábal.