jueves, 21 de junio de 2007

El sueño de una noche de verano

Esta es noche de solsticio de verano recién bautizado con el fuego mágico sobre su piel todavía blancuzca y escondida. Es noche de ascuas crepitantes que atestiguan la expiración de la primavera, que aventuran el principio del fin mientras no dejamos, unos y otros, de soñar. Esta noche es noche que adelanta el solsticio popular de las hogueras: "Aserrín, aserrán, maderitas de San Juan". Pronto echará chispas la luna en noche de aquelarres y conjuros, de supersticiones superpuestas a plegarias... y nosotros seguiremos soñando, y no haremos otra cosa sino soñar. Quizá soñamos con verbenas donde "revolotean las faldas bajo un manto de guirnaldas", que es la Fiesta de Serrat. Fiesta en la que las banderas de papel eran lilas o verdes, lo que compartíamos era la tortilla o la mujer, y a la muchacha la magreábamos o la abrazábamos. Según las versiones. Pero siempre, el bien y el mal despertaban, y por una noche todo se olvidaba. Pasaban la noche soñando, quemando la cruda realidad, soñando los sueños por fabricar en una noche demasiado corta. Porque lo bueno si breve, más breve resulta. Y en noche tan escueta, tan ardiente, tan inflamable, se apresuran los soñadores a soñar. Nos apresuramos. "Apurad, que allí os espero si queréis venir, pues cae la noche y ya se van nuestras miserias a dormir". Y entonces sueño que la fiesta no se acaba nunca. Sueño que en esta noche no hay tierra de nadie donde el fuego es aún más devastador. Que no hay guerra ni canciones para después, porque la única que pensé entonar no fui capaz de escribirla. Sueño que esta noche tiene un mucho de mí y un todo de los otros conmigo. Sueño que algunos días sin nombre fui feliz y ahora le pongo nombre a los días para serlo siempre, para hacer de cada noche de verano un sueño interminable más allá del alba, cuando me abrase los pies bajo las estrellas.

6 comentarios:

Alberto dijo...

El calor de la lumbre, la felicidad de los niños, la valentía de quienes saltan las hogueras, el fuego lejano que señala otra hoguera, el abrazo y la caricia... La noche de San Juan. ¡Feliz noche de San Juan a todos!

Lucano dijo...

Me uno a tus deseos. Anoche ya la celebramos juntos, en hoguera anticipada y después de contemplar a otro Juan del calendario, al mismo Juan del anuncio y la cercanía.

Anónimo dijo...

¡Aquí todas las calles son hoy una gran fiesta de petardos y alborozo infantil! Las playas se encienden con hogueras, y la gente recibe la noche mágica como se merece.
En Ciudad Rodrigo, esta noche rodarán las cabezas de los altivos rosales en pro del amor de juventud, y aparecerán montañas de cardos cortados por algún alma cruel o despechada.
Allí o aquí, esta noche quemaremos los rencores acumulados durante el año y echaremos al fuego nuestros deseos para que en forma de humo lleguen a lo más alto.
¡Feliz noche de San Juan!

Lucano dijo...

¡Feliz Noche, Asklepieia! Espero que logres descifrar las señales de humo que la hoguera salmantina encaminará hacia tu cielo, allá en Cataluña. Un abrazo.

Ana Pedrero dijo...

Esta noche quemaré viejos nombres y redactaré con nueva tinta los nombres nuevos. Y fabricaremos sueños juntos, ésta y todas las noches, para abrasarnos los pies sobre las pavesas de las estrellas. Es de ley.

Lucano dijo...

Grabados a fuego no se borran los nombres, y soñados a fuego en estas noches, los sueños se eternizan entre las llamas sin consumirse.