lunes, 18 de junio de 2007

Azules en Rioseco

Ayer domingo, de vientos y nubes, y soles tímidos, no procesionaba "La Escalera" por la rúa porticada de Rioseco, ni las casamenteras del lugar habían de procurar rozar apenas el pie de José de Arimatea para ganar su porvenir. Ayer domingo, de azules y buenas compañías, nos porticamos los unos con los otros y tendimos un puente de amistad hacia la otra orilla del Duero. Hicimos corro en los corros de Santiago y Santa María, aporreamos el tapetán con el niño que lo hace debajo de cada paso riosecano y llevamos a golpe de horquilla, hasta lo más alto, el tesoro nuestro de la fe limpia y sencilla. Se nos quedó la boca abierta leyendo Historia Sagrada en la Capilla de los Benavente, desde la admiración por lo que es capaz de hacer el hombre para explicar a Dios, y en cada mirada de cada Jesús doliente comprobamos la manera tan sencilla que Él tiene de explicarse: la mirada de la Cruz. Escribió Unamuno que allí, en Rioseco, "el dolor se serena, y se depura en la Dolorosa", que "no ha pasado más, pasan los pasos". Pasan los pasos como el tiempo, porque ellos son el tiempo. El eje y la cadena al compás de "La lágrima", los gremios convocados por El Pardal apresurándose a las capillas como toda la vida, como toda la muerte. El tiempo reducido a la Pascua y explicado entonces, bien entendido así, y querido. Como se quieren los azules cuando cantan y se ríen, cuando se portican el alma unos a otros y llueve a cántaros al pie del Canal de Castilla. Como se suben las cuestas y se bajan, y se sienta uno a descansar, y se contemplan las torres de arriba abajo y los retablos de abajo arriba. Como se arrima la escalera a la Cruz y todos nos subimos a ella para extender el blanco sudario y rezar así como sabemos rezar los azules. Juntos en el mismo peldaño.

9 comentarios:

Alfredo dijo...

Me encanta ser AZUL
Quiero se AZUL
Soy AZUL

Anónimo dijo...

Te iba a preguntar: "¿que tal la excursión?" pero me has respondido por adelantado. Me alegro de que lo pasarais bien y aprendierais cosas nuevas.

Como me perderé seguaramente muchas de las que vengan, que sepas que os llevo en mi corazón.

Saludos!

Iacobus dijo...

Cuando uno observa "LA ESCALERA" siempre le viene a la mente la misma pregunta ¿como es posible que salga por esa puerta?. Me imagino el esfuerzo de sus cofrades y solo queda decir, "con un par".
La Historia de esa Semana Santa Castellana y Austera es impresionante, tres cofradias historicas que se desmembran y se crean nuevas cada una con su paso, curioso es por lo menos.
Saludos.

Lucano dijo...

Pero sale, y vaya momento debe ser. Muchas veces me pregunto cómo puede soportar el corazón de esta tierra nuestra tanta emoción concentrada en esas horas cumbre de la Semana Santa, cuando ocurren a la vez tantos "momentos del año". Cuando todos los pasos se echan a la calle al mismo grito, al mismo toque de martillo.

Ana Pedrero dijo...

Precioso post para un día precioso en que las calles de Medina se tiñeron de azul, de amistad y compañía. Estuvimos bajo el mismo cielo en la capilla de los Benavente, nos imaginamos la Escalera saliendo por su portón y nos bautizamos todos bajo la misma lluvia mientras a orillas del Duero sonaban voces azules y antiguas con nombre de una laguna. La próxima, en Zamora.

Lucano dijo...

Ya la estamos esperando, como agua de tres de mayo...

rober dijo...

Ole ole y ole. Compartiendo peldaños de escalera, baldosas de acera, por supuesto que mesa y mantel... y lo que haga falta. Solo puedo escribir que yo también estuve alli.

Lo mejor, aparte de la compañía (pasteleo pasteleo), fue visitar la capilla de los Benavente; no tenía ni idea ni de que existiese. Menudo impacto.

Un saludo. Roberto.

Anónimo dijo...

Y yo, que he tenido la suerte de sacar "La Escalera", he intentado decir lo que he sentido...

...pero no puedo explicarlo con palabras.

Gracias.

Lucano dijo...

Releo ahora, casi un año después, y me encuentro contigo. Enhorabuena por ese honor que has tenido y por esas palabras que no tienes.