martes, 27 de noviembre de 2007

Feliz, feliz en su día

Hay personas a quienes no es necesario ver para creer en ellas, porque las guardas en el álbum vivo y perenne de tu existencia. A quienes no hace falta abrazar muy a menudo para tenerlas cerca, ni escuchar con frecuencia para vivir en la certeza de que siempre están ahí, con los oídos abiertos y el corazón más todavía. Hay momentos, circunstancias, y luego están los amigos. Y las amigas. La amiga guapa que te sorprende con un Kinder gigante para llevar o que te obsequia con piruletas ideales para combatir los rigores de un agosto en la biblioteca. La que te llama desde Soria u otro lejano punto de sus mapas particulares, y se lo agradeces aunque estés viendo toda una final de la Copa de Europa (¿quién sabe eso en medio del secarral castellano?). La que llama también cuando es día de alegría azul y ella no está, porque azulea menos de lo que le gustaría, pero azulea bien. La que suele regalarme las palabras precisas en los tiempos precisos. La que aparece, la que me encuentro, la que se alegra. La que pone tinta al postre de mis días sin nombre y voz al aperitivo de tantos buenos ratos. La que no me ha pasado ¡¡¡aún!!! esas fotos de Cuatro Vientos, pero me basta su firma en la gorra con la de los otros testigos de aquel tres de mayo tan especial. La que hoy es feliz en su día, y yo con ella. Por ella y por todo.

6 comentarios:

Víctor L. Gómez dijo...

Precioserrimo texto amigo. Parrafadas como esta son las que alegran una mañana de currelo.

No conozco a esa amiga, pero seguro que es muy especial.

Un abrazo, Víctor

Lucano dijo...

Aunque no se asome a saludar desde el tercio, le gustó. Te la presentaré, Víctor, si bien ya la has fotografiado en un lluvioso Viernes Santo.

Alberto Esteban dijo...

Ay madre querido Tomás, como tengas la misma mano para los enfermos como para escribir tendré que hacer la residencia contigo para que me enseñes tanto arte y tanta sensibilidad!!

Saludos

Lucano dijo...

Seguro que yo también aprendería mucho de ti. Un abrazo.

Anónimo dijo...

me asomo a saludar, y no solo eso, sino a darle las gracias a un amigo muy muy especial que como él ya sabe toca el corazón con sus palabras......Gracias!

la que aparece, la que se asoma, la que tiene el corazón lleno de días con nombre

Lucano dijo...

Gracias a ti, anónima saludadora. Un beso!!!