martes, 8 de julio de 2008

Los lunes al sol y los martes a la sombra

Los lunes de resaca han de ser, necesariamente, lunes al sol. Y cuando un martes parece un lunes es un martes a la sombra. Esto ocurre si el fin de semana viene amenizado con guardia en Urgencias, como ha ocurrido en los dos últimos. Lunes de resaca de Eurocopa y lunes de resaca de Wimbledon. Noches cortas que eternizan épicos triunfos y largos días que menguan las horas del sueño, o el bostezo, al sol tierno de la huerta. Y la buena compañía, que nunca parece suficientemente duradera, se escurre en el momento de la despedida, dejando poso. Paseos antes de que se pongan a volar los escarabajos. Tertulia sobre la hierba. Unísonos y complicidades. Lunes con sabor a domingo. Silenciosos como el riego por goteo que se cuela hasta lo más hondo de los árboles. Estruendosos como los motores que mueven el agua por entre los surcos. Lunes escuetos y deliciosos. Soleados lunes frente a sombríos martes. No, enfrentados no. De la mano. Unos tras otros. En armónica hilera de días con nombre: horas, minutos, recuerdos, etapas del Tour, llamadas oportunas, cruces de septiembre. Lunes al sol y martes en soledad, en la penumbra de los libros en cajas y las estanterías vacías: ¡no sin mis libros! Martes de bata blanca y habitación azul, con tiempo para todo, o eso parecía. Fichajes y permutas, congresos de partidos y cursos de verano, abortos y eutanasias. Martes con la radio puesta para escuchar, o al menos oir, siempre voces, y entre las voces una, y tropezar entonces con el miércoles, que será otra vez víspera de guardia. El ciclo se cierra: jueves de pijama verde. Pero no habrá viernes al sol ni sábado a la sombra. Dicen que nos lloverá y decimos, María y yo, que no importa, porque ya estamos acostumbrados.

7 comentarios:

CNTRPLT dijo...

¡Qué bien me lo paso en la huerta! Los martes, es verdad, parecen lunes y la semana se hace más llevadera: la compañía, el sol, la comida, las risas, las frases al unísono,las miradas furtivas, tú...

Ya verás cómo nos lo vamos a pasar en Oviedo a pesar de la lluvia, (¿cómo no iba a apuntarse la si tratándose de nosotros?)

TE QUIERO. Un beso. María.

Lucano dijo...

Seguro que genial en Oviedo. ¡Mete el paraguas en la maleta! Yo también TE QUIERO, "contrapalótica" María.

Ana Pedrero dijo...

Pues que el sol de la huerta alumbre siempre ese cariño mutuo. Y si llueve, no permitáis que la lluvia os empape como para soltaros de la mano y desaparecer. Es duro. ;)

Un beso, y a seguir poniéndole nombre a los días.

caminante dijo...

Bueno! qué alegría de lunes al sol y martes a la sombra! Y los lunes, martes, miercoles... en Oviedo, Qué más da que llueva si el paraguas cubre la mejor compañía!

Pasaoslo muy bien y esperamos una entrada contando las semanas bajo el sol y bajo la lluvia. Poniendo el nombre de felicidad a los días.

Me alegro mucho y espero conocer esos días y a María!

Un Abrazo

Lucano dijo...

Ya la conoces, Caminante. Nos seguiremos poniendo al sol de la huerta ;-)

Ana Pedrero dijo...

Pues claro que la conocemos, sobri, aunque a mí el nombre también me descoloca. A veces las miradas furtivas no son tan furtivas, y aunque nos hagamos los despistados, nos encanta. Ojalá sumen muchos, muchísimos martes, y miércoles, y jueves, y viernes, y sábados y domingos al sol y a la sombra.

Somos azules. ;)

Pasadlo super bien.

Félix dijo...

Si os llueve, seguro que no lo notais. Y si lo notais, seguro que os da igual.
Disfrutad. Disfrutad de lunes al sol, de martes de sombra, de miércoles furtivos, de jueves verdes, de viernes azules y, por supuesto, de fines de semana viajeros.
Ah! Y seguid los consejos de Berrendita, que son acertados en todo. Es lo que tiene la experiencia.
Cordialmente,
Félix