lunes, 8 de diciembre de 2008

Y eternamente lo sea

Dije que hablaría del Prado y, paradojas de la vida, traigo una pintura del Thyssen, la Inmaculada salida del pincel de quien anoche conocí un poco mejor ante la gran pantalla: Δομήνικος Θεοτοκόπουλος, Doménikos Theotokópoulos El Greco. En él se refleja la humana aspiración de que la luz venza sobre la oscuridad, siga venciendo. En Ella, la Luz ha encontrado donde prenderse, entrañas puras donde encarnarse y seguir ardiendo: "Luz de Luz, Dios de Dios". En él se plasma la belleza de las criaturas, como espejo del Cielo, don de lo Alto. En Ella, en su belleza graciosa, todo un Dios se recrea, en la celestial princesa que ya reina coronada por doce estrellas, vestida de sol y con la luna por pedestal. En él, hombre débil regalado con el genio del arte, la Luz cuenta con grandes aliados: sus manos prestas y sus ojos clarividentes. En Ella, la mujer fuerte del Evangelio, todos tenemos un faro de humildad y entrega, la Madre del Buen Consejo: "Haced lo que Él os diga". En él, que añoró Creta, descubrió Venecia y amó a España, se mezclan los colores del Mediterráneo en una paleta de nombres y hombres a los que hacer santos. En Ella todos los pueblos se miran, todos los nombres se encuentran y todos los hombres se santifican. Bendita sea tu Pureza.

6 comentarios:

GangasMIR dijo...

Dichoso tu hombre de fe, felicidades por ello en este día tan señalado para España que promovió la declaración del dogma.

Que alumbre nuestro camino con su poder intercesor.

Lucano dijo...

Dichosa Ella que creyó, nos ilumina con su fe y no deja de interceder por nosotros. Un abrazo, Gangas, y seguimos MIRentrelazados, por supuesto, que este año es mi hermano pequeño el que se examina.

Vitote dijo...

El Greco, tan capaz de dar vida a lo inerte...

Necesitamos una vela que nos guíe en esta tormenta...


A cuidarse

Lucano dijo...

Muy capaz el cretense, Vitote. Y a él le pillaron también tormentas como el exilio o la Inquisición. Duc in altum!

Lola dijo...

Hola Tomás

Dime un pintor que no tenga en su obra una Inmaculada. Mi favorita es una escultura de Alonso Cano, y una prima lejana de ésta misma de Gregorio Fernández donde mis ojos se posan cuando entro en la iglesia de la Vera Cruz.
Estamos en Adviento...

Lucano dijo...

Cuando estuve en el Prado me enamoré de las de Murillo, qué delicia.