martes, 2 de junio de 2009

Causa de nuestra alegría

A estas alturas de la noche, cuando me pesan los ojos como pocas veces y, habiendo sido todo lo reparadora que puede ser una buena ducha, no me siento suficientemente reparado, creo que no culmino verdaderamente mi primera romería si no la cuento. "Contad lo que habéis visto y oido". Diré que he visto a todo un pueblo caminando al lado de la Virgen. Que les he oido cantarle a Su Madre todas las salves posibles y alguna más. Que he olido los altares perfumados de romero, tomillo y cantueso. Que he gustado el convite de mis amigos, compartiendo la mesa. Y que he tocado hasta enarbolarlo el pendón que les pregona por los campos y las calles. Porque he visto, he creído las maravillas que, durante todo un año de vísperas, me habían anunciado. Porque he oído hasta la saciedad unas notas que la dulzaina convierte en plegaria. Porque me dieron agua, y pastas, y limonada, y pegatinas, y caramelos, y una gorra, y crema para no quemarme, y yo di lo poco que pude: mi cansancio, que a otros descanse. Porque me llevo, desde el portalico de su casa de San Antolín, un beso en mi frente, para seguir bendiciendo su dulce nombre. El año que viene, con cinta roja al cuello si Dios quiere.

8 comentarios:

Víctor L. Gómez dijo...

Gracias, Tomas, Gracias.

Lucano dijo...

Gracias a ti, y a todos, porque ha sido un día grande. Grandísimo. No exagerabas.

Félix dijo...

No es que haga falta ver para creer, pero todos tenemos algo de apóstol incrédulo y tú un poquito más ;-). Así cuentas con rigor lo que has visto y oído... y vivido.
Me alegro de tu alegría.
Cordialmente,
Félix

Alberto dijo...

Causa de nuestra alegría... ¡qué día más bueno nos ha dado la Concha! Otra vez, en la Plaza de San Antolín parecía que todos los años de nuestras vidas se paraban mientras nuestras voces rotas le cantaban una Salve. ¡Qué día más hermoso!

Lucano dijo...

Sí, Félix, metí el dedo en la llaga, los pies en el asfalto, el hombro en el banzo, y me sentí "conchero", como este otro Conchero nuestro. ¡Qué día más hermoso!

Javier García Martín dijo...

Bienvenido hermano. Fue un día muy bonito. Un abrazo!

Ana Pedrero dijo...

Gracias, Tomás. Por sentirla así, por verla así, por compartirla así.
El año que viene, con la medalla de cinta roja al cuello, aunque ya la tienes en el corazón, que es el que ata y desata.

Mil besos, HERMANO. :)

Lucano dijo...

Mil gracias, Ana y Javier. Que siga causándonos tantas alegrías como el lunes, y el martes...