miércoles, 15 de julio de 2009

Estelas en el mar

Algo tendrá el agua cuando la bendicen, cuando dejan su rastro sobre ella la luz y la serenidad de unas felices vacaciones en inmejorable compañía. Porque las jornadas de calma que gocé no le encuentran la gracia a un postre de absurdas tempestades. Me quedo con aquéllas, con el recuerdo vivo de un cielo abierto encontrando espejo en el abierto mar, sembrado de estelas para encontrarnos.

4 comentarios:

CNTRPLT dijo...

Sí, ha sido muy especial nuestro primer veraneo juntos: remembranzas y reencuentros anhelados con el mar.

Nos "dieron" el postre para que luego quedara en nada (¡retirada!). No saben que vamos servidos de lugares y fechas, ¡je, je!¿Dejamos los móviles en casa?

Retomeremos la estela en un futuro, seguro.


Te quiero, un beso.

Félix dijo...

Ya sabes, Lucano, que el agradable sabor del regreso es el mejor de los postres para unas felices vacaciones. El resto, amargo o agrio, es mejor dejarlo a un lado y esperar a que pierda su carácter por autodescomposición según pasa el tiempo.
Cordialmente,
Félix

CNTRPLT dijo...

Según la sucesión de acontecimientos, Félix, esto acabará autodestruyéndose cual nave espacial...Estoy de acuerdo contigo.

Lucano dijo...

Que así sea. Me quedaré con el salado de la mar y el dulce del regreso. Y a seguir dejando estelas sin dejar de seguir otras.