lunes, 30 de noviembre de 2009

Córdoba

Lo cierto es que a los cuatro primeros no les entendíamos mucho: ni al camarero y la camarera que no dejaban de reirse en el restaurante de la estación, ni al conductor del autobus urbano, ni al espontáneo que nos preguntó si teníamos ya alojamiento y nos aconsejó madrugar para visitar la Mezquita sin pasar por caja. El quinto, que fue el recepcionista del hotel, ya era del todo inteligible, y después Córdoba se expresó de forma elocuente, en su ser cotidiano de días entre semana, cuando más placentero es viajar y descubrir ciudades. Universitarios camino de las facultades, adolescentes en el recreo, canónigos revestidos en la Misa catedralicia, gitanas ofreciendo ramitos de romero a los turistas, obreros haciendo un alto en la tarea a la hora de comer. Córdoba de mihrab y sinagoga, de cofradías señeras y faroles en torno a un Cristo, de toreros, filósofos y morenas mujeres a las que pintar, enamorar o ambas cosas, de fuentes callejeras convocadas desde un alminar que surge entre naranjos para poner con su rumor la música al otoño, de patios recónditos que se preparan para la eclosión triunfal por primavera. Córdoba que se explica perfectamente con su acento de culturas que dejaron poso para siempre en ella, y ella en nosotros.

6 comentarios:

Félix dijo...

¡No os quedó nada por ver! Me alegro. Esto es disfrutar una ciudad.
Cordialmente,
Félix

Alberto dijo...

Una ciudad con un duende muy especial. Yo tengo grabada en el alma un atardecer que reflejaba su luz en los dorados de las puertas de la Catedral.

Un abrazo.

CNTRPLT dijo...

Félix, nunca nos queda nada por ver, es más, ¡de tanto patear siempre necesitaríamos un spa post-vacacional!

Alberto, los atardeceres con el bronce de las puertas de la Mezquita-Catedral te remontan a tiempos pasados...

¡vaya tela, Tomás, con el "idioma"! Je, je, je!! Otro viaje más inolvidable aún para nuestro cuaderno. ¡Qué maravillas esconde España!

¡Te quiero! Mucha suerte en la nueva rotación. Mil besos.

Lucano dijo...

Félix, pisamos patios, palacios, museos, alcázares, sinagoga, iglesias fernandinas, templos barrocos, restos romanos, Medina Azahara... y nos admiramos ante tiestos, altares, murallas y triunfos de San Rafael custodiando su ciudad.

Alberto, vaya Catedral y vaya atardeceres. Vuelve pronto.

CNTRPLT, qué cansado es el turismo, ¿verdad? Vete pensando en la próxima escapada, aunque ese vídeo de Úbeda apunta a que será, tarde o temprano, inquilina del cuaderno. TQ!

Vitote dijo...

Para mí es una ciudad muy especial, allí jugué mi única final del campeonato de España y pasé una de las mejores semanas de mi vida.

A cuidarse

Lucano dijo...

Enhorabuena, finalista, por atesorar buenos recuerdos, la mejor victoria.