viernes, 29 de septiembre de 2006

Podría, pero no

A estas alturas de la insomne madrugada podría amasar el pan mío/nuestro de cada jueves, cuando los milagros no existen en la corte de los milagros. Podría relatar con épicas palabras cómo la Vera Cruz ha ido despidiendo a sus habitantes de siglos rumbo a esa exposición que tantas horas nos ha llenado (¡gracias, Raúl!). Podría irme a la cama y firmar con la almohada una paz sin condiciones, un sueño instantáneo y profundo.

Pero me acuesto sufriendo/contemplando una infeliz búsqueda de lo inencontrable, trufada de placeres plurales, avivando/combatiendo los rescoldos de aquella hoguera. Después de todo, no éramos/somos tan distintos. Sin diagnóstico aún, habrá que probar la medicina de los abrazos.

3 comentarios:

Cle dijo...

Creo que es además de las medicinas infalibles. Aunque tampoco es bueno acostumbrarse, que luego pasa lo que pasa y quedamos cosidos sin saber muy bien por dónde.:)

Nos seguiremos el rastro. Ya sabes que marcho, pero que dejo hilos.

Cuídese, señor Lucano.

Abrazicos, pues. ;)

Anónimo dijo...

tomas! soy ana la hermana de álvaro. m a encantado la frase de la medicina de los abrazos, mu buena si señor, jaja!!! un buen abrazo a tiempo ayuda muxo! besos!

Lucano dijo...

Me alegro, "usuaria anónima". ¿Será también verdad eso que dicen de que el amor no tiene cura pero es la única medicina para todos los males...?