domingo, 3 de diciembre de 2006

Primero de Adviento

El rito hispano-mozárabe, el de los primeros cristianos españoles y de aquellos que celebraban su fe bajo la dominación musulmana, se conserva en nuestra Catedral en la liturgia de los primeros domingos de Adviento y de Cuaresma. Hoy tuve la oportunidad de colaborar como acólito en la celebración, portando el segundo incensario y asistiendo al Altar. Se trata de un rito no muy distinto al romano, pero con algunas diferencias que sí llaman la atención. Por ejemplo, el Aleluya precede inmediatamente al Ofertorio, o la Paz a la Plegaria Eucarística. También se recibe la Bendición antes de repartirse la Comunión. La parte del ritual más llamativa se produce después de la Consagración, cuando el oficiante, de espaldas al pueblo y ante la Cruz (en este caso, el Cristo de las Batallas) colocada sobre el Altar y flanqueada por siete candelabros, fracciona el Cuerpo de Cristo en nueve porciones y las dispone en forma de cruz, nombrando cada episodio de la Redención: Corporatio - Nativitas - Circumcisio - Apparitio - Passio - Mors - Resurrectio - Gloria - Regnum.
El rito mozárabe fue sustituido por el romano en tiempos de Alfonso VI, que lo impuso en la Catedral de León, y luego en la de Toledo una vez reconquistada la ciudad. Casi cinco siglos después procuró su recuperación el Cardenal Cisneros, y en Salamanca se sostuvo en la catedralicia Capilla de Talavera. Larga vida a la liturgia hispana, que bien está difundirla y conocerla, amarla y celebrarla, en tanto expresión de la fe de nuestro pueblo en Aquel que viene ya de camino para salvarnos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me congratula enormemente que poco a poco se vaya dando a conocer este ritual, que como bien dices, poco se diferencia al que todos conocemos hoy en día. Pero a la vez es tan diferente....

Doble es la alegría al saber que pudiste contemplar y participar activamente en la celebración de este rito hispano.

Espero que además de haber disfrutado y vivido intensamente la liturgia (como deduzco del comentario) te hayas sentido como en casa y te hayan tratado como si fuera yo mismo.

Una vez mas tengo que lamentar estar tan cerca ... y a la vez tan lejos... Destinos de la vida

Lucano dijo...

Desde luego que disfruté y me sentí como en casa. Pronto compartiremos celebración. Un abrazo, Roberto.

Lucano dijo...

Aquella Santa Misa fue presidida por Don Manuel Cuesta Palomero, fallecido el pasado día 25 de septiembre de 2007, cuando se encontraba en Caná de Galilea como responsable de la Peregrinación a Tierra Santa. Precisamente mientras varios matrimonios de nuestra Diócesis salmantina renovaban las promesas del día de su boda allí donde la Teofanía se hizo eco de las palabras de la Virgen: "Haced lo que Él os diga". Descanse en la Paz del Señor este sacerdote que gustó de la conservación de nuestro genuino rito hispano.