lunes, 28 de mayo de 2007

Recuerdos del 2002

Cuentan en la radio que esta noche poetas y músicos evocarán con su arte, desde las torres de la Clerecía, que tuve la suerte de conocer en sus entrañas y alturas, la elección de Salamanca como Ciudad Europea de la Cultura en 2002, hecho que se produjo tal día como hoy hace nueve años. La noticia me ha devuelto por un rato a ese año mágico, en que había tantas ganas de ver exposiciones y asistir a obras de teatro. Reconozco que yo también padecí/disfruté ese "boom" y después, por unas y otras causas, bajé el ritmo. Dejé de frecuentar la Filmoteca Regional, dejé pasar las fechas de cierre de alguna exposición que me interesaba y me rindió la pereza a la hora de plantearme hacer cola para comprar entradas del teatro o pasar la mañana llamando a la colapsada línea de Caja Duero. El caso es que aquel año fue frenético en lo cultural. Lejos está de mi alcance calibrar con exactitud si Salamanca aprovechó como debiera este acontecimiento, aunque estimo que pudo hacerlo más y mejor. Nos quedan los edificios y algunas iniciativas consolidadas. Bueno, y a mí y a todos nos quedan los recuerdos, que tanto afloran en este blog que por momentos se tiñe de un nostálgico... Recurro a una guía que quizá adquirí a toro pasado, con el año clausurado, con los toros multicolor de la calle ya mudados a las orillas de la N-620 y el olor de las pirotecnias de Comediants vencido por el tradicional de nuestras plazas. Recurro a sus epígrafes en mi repaso. Música. La Pasión según San Mateo, de Bach, que los japoneses nos regalaron en el Liceo. Barbara Hendricks. Michael Nyman. The Cranberries. Los grupos españoles de la inauguración del Multiusos, entre ellos Los Secretos. Teatro. El polémico Mesías de Steven Berkoff y Ubú, traidos por el Teatro de la Abadía. San Francisco juglar de Dios, de Darío Fo, interpretado magistralmente por El Brujo. La ópera de cuatro cuartos que estrenó el CAEM. Luces de Bohemia también allí. Medea, que era Nuria Espert, para estrenar el Liceo. Las Criadas, que no eran sino Emma Suárez y Aitana Sánchez-Gijón, para hacer lo propio con el renovado Teatro de Caja Duero. Los puentes de Madison fue el momento de la paisana Charo López. Exposiciones. Rodin y su beso, y sus burgueses, y su Balzac de la Plaza. Erasmo de Rotterdam. Los tapices flamencos de Zamora en nuestra Catedral. Y otras cosas, como el Año de Cine Europeo, la exposición filatélica, las piezas de clásicos salmantinos (todavía recuerdo a una exuberante Melibea vestida de gasa en su huerto), las publicaciones (ideales para regalar), el coñazo de Octavia, el Congreso de Semana Santa que me coincidió con exámenes... Seguro que alguna perla me dejo en el tintero, en los sobres llenos de entradas y folletos, de recortes de un año en que todos fuimos culturales.

3 comentarios:

Cvlocolorao dijo...

Aquel año parecía que Salamanca se desperezaba e iba a ser cultural de veras. Pero no. Se ha preferido, costumbre muy española, empezar la casa por el tejado, no invertir nada, absolutamente en la cultura y artistas locales, de modo que todo es de importación, desde los músicos de las orquestas salmantinas (algun charro habrá, los menos) pasando por pintores, escritores, actores y adios al apoyo a las asociaciones culturales. Asi no se hace cultura. Fuegos Artificiales como los del cartel. Esa fue la pura verdad.

Anónimo dijo...

La verdad es que sí que nos ponemos nostálgicos últimamente cada vez que visitamos tu blog. Pero me gusta sentir de vez en cuando la nostalgia por tiempos pasados, por momentos tan buenos vividos en Salamanca. Cuando he leído que hace mucho que no visitas el teatro, he pensado que en cuanto acabes exámenes tenemos que ver una obrita, pero eso sí te invito en el Teatro Calderón, te hace? seguro que sí, verdad? Pues nada te esperaré en Valladolid. Mucha suerte y ánimo! Besazos

Lucano dijo...

Sí, Inma, claro que me hace, además frente a la Iglesia Penitencial de Angustias. Ya me vale haber visto bastantes películas de SEMINCI en el Calderón y todavía no haber disfrutado del teatro allí, lo propio del lugar.

Cvulocolorao, el fuego de artificio deslumbra y ciega, es lo que tiene... Esta Salamanca nuestra...