lunes, 21 de mayo de 2007

Salamora, tierra nuestra

Salamora viene a ser el espacio, real o virtual, que reúne a un grupo de zamoranos y salmantinos unidos por la amistad con la excusa de las cofradías, hermanados por algo más que una mesa tallada o un sayón más o menos bajito y regordete (no deben conocer a culocolorao). Además de espacio, suele ser tiempo de tertulia, de anécdota a lomos de un 2 CV encabritado ante la puerta de una iglesia, de belgas de Lovaina alucinando con monjas sordas de Zamora, de cedros asturianos llorando cual Dolorosas, de Magdalenas con ínfulas de Miss Judea peinadas a la antigua, de polémicos atuendos que una se pone porque viene de Palermo o por ser tía de una preciosa sobrina... Salamora me suena a truchas amotinadas en recóndita estancia ideal para conspirar, o eso parecía, pues acabaron pasando por allí todas las fuerzas vivas (sólo faltó Don Gregorio en busca del penúltimo bocado de Resurrección). Me suena a amigos recientes que siempre estuvieron ahí, al inigualable Víctor detrás de la cámara (pudo ser otro inigualable, Gabi: ¡pues claro que somos!), a mensajes de texto geniales para una noche de sábado (por ejemplo el Santo) por obra y gracia de Rubén, a la sonrisa serena de la Verónica de un cofrade agradecido y comprometido (un honor pedir al unísono sendos cafés con leche, y sobre todo tenerlo de hermano desde esta Ascensión hasta el final de mis días), a la inmoderada moderación hecha Pasión de Zamora... Me suena al eco de mis "encuentros en la berrenda fase" convertido en himno de amigos. A fraternidad porque sí. ¿Para qué más con lo bien que suena?

5 comentarios:

Cvlocolorao dijo...

...solo se puede añadir... "muchas veces" y "hasta la próxima madre!...

otro dia glorioso (y pasado por agua) y van...

Anónimo dijo...

Salamora somos todos. Los que estábamos, los que no pudieron venir, los que no se enteraron y los que aún no nos han presentado. Las puertas estás abiertas para todo el que las quiera traspasar. Sólo hace falta alegría en la mochila y viajar con lo puesto. UN beso, Tomás.

Anónimo dijo...

¡SOY AZUL!

Gracias Antonio por sembrar la semilla.


Os quiero!!!

Alberto dijo...

¡Preciosas palabras! Muchas gracias por todo. Por estar ahí, por compartir nuestras horas, por escuchar mis "mormios", por participar de la misma mesa... GRACIAS.

Un fuerte abrazo y hasta la próxima.

Javier García Martín dijo...

Orgulloso de formar parte de esa Salamora que no entiende de fronteras. Muy bonito Tomás.