miércoles, 2 de abril de 2008

Replanteamiento

Se suceden estos días los análisis "en templado" de la Semana Santa tan reciente. Todavía se resisten a abandonar los escritorios los periódicos atrasados, los boletines de cofradías, las múltiples revistas de juntas y asociaciones, los folletos y carteles varios que algún año de éstos tendrán que dejar de ser coleccionados para conservar las condiciones de habitabilidad (¡qué palabra más fea, por Dios!). Mientras resuelvo mi dilema (¿este año ya?), leo y escucho lo que va expresándose acerca de la cuestión aún candente. Se comentan las procesiones (y sus actos, a veces tan prescindibles), lo mermado de las filas de hermanos (¿salir con cruz o con cirio es tan mal plan para un cofrade?), lo justos que se han formado ciertos turnos de carga (¿por qué tanto miedo a las carrozas de ruedas?), lo mejorable de los acompañamientos musicales (con lo sugerente que tantas veces es el silencio), lo decepcionante del paso recién estrenado de La Borriquilla (hoy lo vi de cerca en la Catedral, y no nos poníamos de acuerdo mi acompañante y yo en si el autor domina menos la anatomía equina o la humana, o si apenas las domina)...

Replanteamiento es una de las palabras más repetidas en todos los análisis de foros, blogs, columnas de prensa, tertulias cofrades, corrillos y cafés. Lo piden los que acaban de conocer nuestras procesiones, como puede leerse en "La luz del farol", y lo pedimos los que de siempre las hemos vivido. Aún restan por conocerse más opiniones que enriquecerán el debate. Replanteamiento en serio desde todas las partes, pero liderado y alentado por la Diócesis como autoridad competente. Como escuché la famosa palabra a quien puede procurar que llegue a buen puerto, espero varios esfuerzos a ello encaminados. Esfuerzo de las cofradías por comprometer a sus miembros, todo el año y en la salida procesional, porque por lo visto ni una cosa ni la otra. Esfuerzo de la Junta para renovarse como se pidió: redefinida puede y debe ser garante del cambio a mejor. Esfuerzo de la Ciudad, la oficial y la real, asumiendo la celebración como una fiesta local que contribuye al bien común sin perder de vista su naturaleza religiosa: lograr un equilibrio bueno para todos. Esfuerzo de la Iglesia para acoger a las cofradías como su mascarón de proa, que lo son en estos días, y su realidad asociativa más numerosa. Esfuerzo para ceder, para acordar, para sacrificarse, para mejorar la Semana Santa que tanto queremos y que este año nos ha dejado, más que en anteriores primaveras, con la sensación de que hay que hacer algo: ¿replantearla?

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya sabes que frecuento todo lo que puedo esta tu ventana, pero no lo que me gustaría. También apruebo el replanteamiento de todo, pero desde la seguridad de lo que se quiere. Un abrazo
PD. unos de esos carteles semanasanteros ya sabes quien lo tiene, tenemos que quedar para entre otras cosas y charlas, devolvértelo.

Lola dijo...

Castillos en el aire, Tomás. Siempre pasa igual, todos analizamos de otras: que si la borriquilla se parece a..., que si de esta hermandad salen muy pocos, que si el Hermano Mayor de tal Congregación cruzó por fuera la Plaza(...)
No hay respeto por nuestra Semana Santa, corren malos tiempos para el cristianismo y esto se diluye, se diluye ante nuestros ojos.
No sé, Tomás, será que estoy un poco desencantada. Ya sabes, la edad, y esas cosas. Vamos que ya no tengo 20 años. Pero eso sí, la Procesión General del Santo Entierro me sigue emocionando como chiquilla de diez años.
Un fuerte abrazo, Tomás

Lucano dijo...

Fran, cierto es. Cartel de la Semana Santa en Palencia procurado por una conquense para un salmantino. Hablamos.

Lola, yo procuro primero analizar lo más cercano, lo propio. Es lo que más me preocupa y a lo que puedo contribuir a solucionar con más posibilidades de ser tenido en cuenta. Eres joven para desencantarte. Y tiene mucho mérito que te emocione la General. Yo me alegro. Un abrazo fuerte.

Francisco-Javier García Bueso dijo...

Buenas noches,

Le felicito por esta entrada. Como mero observador, coincido sustancialmente en el análisis que como buen conocedor hace de la situación de la Semana Santa en Salamanca.

Es meritorio que emocione la Procesión General, no sé como sería hace años; las veces que la he visto desde luego no me ha emocionado, más bien lo contrario y este año estando aquí no he tenido ningún interés por verla.

Saludos Cordiales,

Lola dijo...

Quisiera aclarar que la "emoción" de la Procesión General viene motivada por la Virgen de los Dolores, que por devoción familiar significa mucho para mí, y mi familia.
Un abrazo.

Lucano dijo...

Gracias por su comentario y enhorabuena por su "Miscelánea", Francisco Javier. Sin duda muy recomendable.

Lola, ya me imaginaba. Como la Dolorosa llega al final, logras conservar la emoción en la eterna espera ;-) A ver si se logra acortar la espera y extender la emoción.

Francisco-Javier García Bueso dijo...

Buenas noches,
Gracias por sus comentarios.

Sobre el de Lola y la procesión geneneral,espero que no se me haya interpretado mal; no había ninguna connotación negativa. Sólo me refería a que por organización, actitud,etc. me pareció una procesión deslucida y que particularmente me conmovió escasamente a devoción. Todos mis respetos.

Saludos

Cvlocolorao dijo...

Renovemos. Desde la religión, la liturgia y la cultura popular. Desde la participación, pero también desde el respeto a nuestras raíces cristianas y salmantinas. Es conjugable.

Debemos arreglar nuestra casa para enseñársela a los salmantinos,y que la sientan suya. Lo demás me sobra.

Saludos

Lucano dijo...

Eso es. Una casa común y con las puertas abiertas. Vieja pero confortable, hermosa pero sencilla.

Alberto dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con todo lo que habéis escrito. No hay vuelta de hoja, hay que tener valor y reformar sobre seguro. Hay tradición, hay pasos, hay arte, hay liturgia, entonces, se puede y se debe, porque da la sensación que todo podría salir mucho mejor. En las manos de los cofrades está.

Lucano dijo...

Esa sensación es compartida. Como la tarea que tenemos entre manos.

Félix dijo...

No sé yo si es sensación compartida, queridos Lucano, Conchero y demás amigos. Sinceramente.
No veo, en nuestros dirigentes (en el sentido más amplio), incluso en muchos de nosotros, cofrades de alpargata, un ánimo renovador, ni una intención de replantear nada.
Generalmente se confunde tradición con inmovilidad o rutina (virgencita que me quede como estoy...) y eso es lo que muchos defienden. Y, por lo que voy viendo, el replanteamiento es sobre aspectos de rutina, para, seguramente, ser al final más de lo mismo. Sin embargo, las tradiciones, manteniendo su esencia, deben ser algo vivo, moldeable, mejorable y, sobre todo, adaptables a los tiempos. Y muchas veces eso conlleva recuperar lo perdido (Descendimiento, por ejemplo), pero en otras ocasiones hay que innovar sin que ello tenga por qué doler a nadie.
¡Cómo añoro aquel "Pórtico de la Semana Santa"! Aunque no llegase a constituirse en tradición.
Cordialmente,
Félix

Lucano dijo...

Compartida por algunos, Félix. Muchos no replantearán nunca nada porque jamás plantearon algo: rutina, desidia, sin más.

El "Pórtico" debería retomarse, desde luego. Se podrían hacer muy buenas cosas.

Anónimo dijo...

Replanteemos lo que hay que replantear, porque quien replantea lo replanteable buen replanteador será. ¡Vamos, que este trabalenguas no tiene fin! por lo que hay que asumir que año tras año alguien replanteará lo que ahora se replantea.

Moraleja: Quedémonos con lo bueno que ya alguien te recordará lo no tan bueno.

Lucano dijo...

Moraleja: a regar lo bien plantado, a cortar las malas hierbas, a rezar para que el sol haga el resto.