viernes, 2 de mayo de 2008

Amor y Lealtad

No tenía conocimiento de que los leones que custodian la entrada del Congreso de los Diputados fueran conocidos como Daoíz y Velarde, oficiales del Ejército Español que justamente a esta hora hace dos siglos se habían unido al levantamiento popular contra el invasor francés. Lo he leido en el periódico mientras desayunaba, sin otra compañía que la de la radio porque hoy sólo es festivo en Madrid. Un par de búsquedas en la red me han informado de que los más castizos de entre los capitalinos bautizaron a los populares félidos como Benavides y Malospelos.

Tampoco conocía, hasta mis paseos previos a la célebre visita al Ministerio de Sanidad para la asignación de plaza, el monumento levantado en 1840 a los héroes del Dos de Mayo: "A los mártires de la independencia española, la Nación agradecida". Desde 1985 homenajea, a modo de tumba del soldado desconocido, a todos los que dieron su vida por España. El fuego flamea de continuo en su recuerdo, a los pies del obelisco. Precisamente en su basamento se contempla una urna funeraria donde se custodian las cenizas del capitán de artillería Luis Daoíz y Torres, sevillano, y de Pedro Velarde Santillán, cántabro de Muriedas, también capitán artillero.

La pintura de Nin recoge el velatorio de los héroes de la resistencia española en el Parque de Monteléon. Fueron llevados a la cripta de la iglesia de San Martín, antes de un entierro que no conocería de honores hasta mucho después. Las tropas imperiales sembraron el terror en Madrid plagando el siguiente amanecer, el de la Cruz de Mayo, de indiscriminados fusilamientos. A golpe de bayoneta despertaba España de un letargo demasiado prolongado. Huérfana de reyes, se sentía libre para defenderse por sí misma. Supo negarse a elegir entre el progreso y la independencia, que eclipsados no eran tales. Se levantó un Dos de Mayo que bien podría ser Fiesta Nacional. No para presumir de armas ni para alimentar la nostalgia del combate, o el odio al francés, sino para exaltar lo mucho que nos une a los españoles, más allá de formas de gobierno, dinastías familiares y diferencias regionales. El día del Amor y la Lealtad a España.

6 comentarios:

Félix dijo...

De esos polvos levantiscos y patriotas, el lodo de una excelente Constitución. Y de eso a nuestros días: España. Nada más, por mucho que algunos quieran cambiar la historia.
Cordialmente,
Félix

Lucano dijo...

Del polvo de Madrid al lodo de Cádiz, España. Esto es.

Anónimo dijo...

Que sepas que en las tierras de Santa Teresa el dia 2 de Mayo es festivo hace mas de 2 siglos,antes de que los madrileños hicieran su famoso "viaducto". Es San Segundo el patrón de la ciudad amurallada. Un saludo.

Cvlocolorao dijo...

A mi me fascina la paradoja que se planteó a partir del levantamiento, ¿porque el liberalismo no corrió parejo como en el resto de Europa al espíritu nacional mejor entendido, y se complento la construcción de Estado?

Nunca encontraré esta respuesta, me temo, y para tan arduo tema nunca habrá conmemoraciones.

Emocionante el 2 y 3 de mayo. Esta mañana no ha podido ser mas vibrante para mi.

Saludos

Alberto dijo...

Un día para sentir el orgullo de ser españoles. Ni más ni menos.

Un abrazo.

Lucano dijo...

Me consta, Bellof. ¿Cómo olvidar las polémicas de si entra o no entra la bandera de la ciudad en el presbiterio catedralicio en la fiesta de vuestro patrono y primer obispo? Viaducto a la abulense, que plagió Madrid.

Cvlocolorao, "Spain is different" ;-) Lástima de ominosas décadas y libertades breves. Seguiremos vibrando.

Conchero, ni menos ni más. Otro abrazo.