jueves, 12 de junio de 2008

Concordia nutrit amorem

Escribir esta primera entrada desde mi casa zamorana y hacerlo en un día tan salmantino como hoy, me remite a Fray Juan de Sahagún, patrono de la ciudad que me vio nacer y de toda la Iglesia que en su diócesis peregrina. Es fiesta pero yo trabajaré dentro de unas horas. Madrugaré para acercarme al centro de salud y ver gargantas irritadas, edemas que dejan fóvea, contracturas musculares, analíticas colmadas de asteriscos, miserias humanas, agradecidas recuperaciones... No podré ir a la Misa Pontifical, ni pasear por las calles en feria, ni recorrer los lugares más allegados al patrono y sus milagros. Será una fiesta distinta, porque será Salamanca quien venga a estar conmigo. Y aunque falte a la Eucaristía en su honor y no transite por donde pasó haciendo la Paz y el Bien, pediré al Apóstol salmantino por la concordia que alimenta el amor. Le rogaré que nos alumbre ese pozo con fondo del que sacar a relucir tanto como nos une. Le pediré también para que amanse las fieras de los enfrentamientos y las vehemencias. Le digo ahora, en fin, al Santo Juan que le celebraré desde esta vecina Zamora, al cabo de camino a su Sahagún natal, pues entre "exiliados" nos entendemos. Como él, agustino, supo hacer entender que la concordia fraterna construye las ciudades humanas hacia la Ciudad de Dios.

7 comentarios:

Félix dijo...

Y la ira genera odio. Así figura en la casa de los Paz y como tal se cuenta como donde se firmó la concordia entre bandos pacificados por el de Sahagún. Ojalá que tus ruegos alcancen sus oidos e interceda por nosotros, que aún sigue habiendo Manzanos y Monroys.
Cordialmente,
Félix

Lucano dijo...

Así sea.

Anónimo dijo...

Adelante Lucano que hay muchas fiestas que no disfrutaras pero otras ya vendran. Lo mismo me pasa a mi. Un saludo desde tierras catalanas.

Lola dijo...

Tomás, veo que allá recuerdas a nuestro santo patrono, de los más simpáticos del santoral, por aquello del "Tente, necio" que le espetó a un toro que se escapó por la ciudad.
Te transcribo unos versos del Retablo de San Juan de Sahagun

"Los bandos ardiendo estaban
los Manzanos y Monroyes
y a ti, ciudad que me oyes,
las piedras ensagrentaban.
Tratan ocultas celadas,
heridas y muertes.
Todo es arma todo espanto
espanto, espanto."

En otra estrofa, todo ello es cantado, nos encontramos lo que sucedió a San Juan de Sahagún en el Pozo Amarillo
"Mi correa arrojo al Pozo amarillo
por ella sin llanto
ya sube tu hijo"
La composición es mucho más amplia, pero así te llevas un pedacito de esta pieza musical que tanto me gusta.
Un fuerte abrazo, Tomás.

Lucano dijo...

Bellof, por lo pronto ya tengo "a salvo" de guardias la Semana Santa, que esos días son fiestas grandes. Espero que todo marche bien por la UCI de Lérida.

Lola, gracias por los versos que glosan vida y milagros del Santo, ¿cómo no recordarlo? Otro abrazo.

CNTRPLT dijo...

De vez en cuando un pedacito de Salamanca irá a Zamora, seguro, siempre. Aunque no sea esta semana, nos veremos pronto.

Un beso.

Lucano dijo...

Cada vez que llega el pedacito, es el día más feliz de la semana.