viernes, 25 de julio de 2008

Fiestas de guardar (insisto)

Un año más, el 25 de julio va de negro y no de rojo en los calendarios. Al menos en los que rigen en Castilla y León, tierra que encamina por la ruta más tradicional a españoles y europeos que peregrinan hacia la tumba del Apóstol Santiago. Ya es sonrojante que una fecha sin connotaciones regionales, porque siempre fue tenida por día grande en todos los pueblos de España, marque ahora diferencias (como si tuviéramos pocas), pero que en nuestra comunidad autónoma, jacobea por los cuatro costados, no la celebremos como Dios manda clama al cielo. Haber realizado esta mañana la prueba teórica del permiso de conducir me ha eximido del trabajo, así que en cierto modo, fiesta ha sido para mí, pero chirría que la gente trabaje o se examine un día de Santiago. Más allá de su honda significación religiosa por ser la solemnidad litúrgica que hace memoria y actualiza el patronazgo del Apóstol sobre España, el 25 de julio viene a simbolizar la unión de España con Europa, pues cuando las distancias no resultaban tan salvables como hoy nos parecen eran muchos los peregrinos que, atraídos por el misterio de Compostela, surcaban nuestras tierras hispanas procedentes de la Vieja Europa.

Lo hacían en el siglo XII y lo siguen haciendo en el XXI. Con la mochila al hombro, la senda por delante y la vida detrás, ansiosos de hacerla nueva, de renovarla en el camino, confiados y sedientos. No por casualidad fue en Compostela, junto a Santiago, donde Juan Pablo II nos interpeló: "Europa, de nuevo sé tú misma, descubre tus orígenes, aviva tus raíces". Raíces brotadas de la Cruz, regadas con la sangre de Santiago y todos los mártires, y florecidas en ramas con afán universal, más allá de Finisterre. Orígenes comunes a los que parecemos dar la espalda, como si la ausencia de lo trascendente fuera más perfecta, como si la nada fuese más humana que el "todo en todos" divino. La Vieja Europa que bruñe frisos como el Pantocrátor de Santiago de Carrión, espectador de mis juegos en la plaza, mientras no dejaban de pasar peregrinos españoles, y franceses, y belgas, e italianos, y alemanes, e ingleses... camino de la nueva vida en Compostela. ¿No es suficiente motivo para que sea fiesta en toda España cada 25 de julio?

4 comentarios:

Alberto dijo...

Y espérate a ver si perdura la Ofrenda Nacional al Apóstol Santiago. Eso sí, ya lo dijo hoy el alcalde de Santiago: hay que frotarse las manos que viene el Xacobeo... A eso sí.

Lucano dijo...

Ya, ya, además en 2010 tendrán que atesorar, pues el siguiente será en 2021.

"A tus plantas postrados ofrecemos la prenda más cordial de nuestro amor...".

Ana Pedrero dijo...

Tomás: una vez más hay que darte la razón al cien por cien. Santiago vertebra la vieja Europa por miles de caminos, con millones de pasos trazados a través de los siglos. Pero en esta España mía, esta España nuestra, una vez más somos diferentes. Pena me da.

p.d. Preciosa la iglesia de Santiago de Carrión. También sus piedras han contemplado alguna trastada mía. ;)

Lucano dijo...

Es que además, cerquita de la iglesia, despachan la mejor carne de Carrión ;-) Ese callejón que une Santiago con Santa María parece diseñado para jugar al escondite, ¿verdad? ¡Qué ganas de volver, siempre a Carrión y, de vez en cuando, a la infancia!