miércoles, 6 de agosto de 2008

Ocellum

Anoche me bebí a sorbos "una luna de Nacimiento" que rivalizaba en belleza con la torre de la Catedral. Descubrí el ábside escondido allí donde la noche se empina pero te sabes en casa porque maúlla el vecindario. Hice hueco en la pared para ese mapa de afinidades compartidas y me dejé guiar por el farol que sigue alumbrándome. Tracé en el calendario de agosto gigantes y devociones. Me moderé inmoderadamente por momentos. Y la seguí mirando con los mismos ojos pero me parecieron otros. Me resultó más hermosa, me olió a verano, me enamoró otro poco...

6 comentarios:

Alberto dijo...

La vista más hermosa de la ciudad del alma, donde la historia parece correr entre los dedos como la corriente del Duero. Uno siente la emoción de los viejos peregrinos de la Edad Media cuando llegaban a San Frontis y veían a la Bien Cercada recostada en las Peñas de Santa Marta durmiéndose mecida por la nana del Padre Duero. Pocas estampas tan bellas. Quien la ha visto, ya es zamorano, ya la sabe amar.

Ana Pedrero dijo...

Preciosa noche. Preciosas también tus palabras y las de Alberto. Preciosa compañía y preciosa estampa. Muy parecida a la de una fábrica de sueños sin sueños, ¿verdad, Tomás?. La irás descubriendo poco a poco. Y nosotros estaremos encantados de acompañarte en tus pasos, de compartir, de enseñarte a mirar a través de este ocellum, este ojito del Duero.

Un beso.

Lucano dijo...

Gracias por la hospitalidad, que es siempre la mejor estampa; por la amistad, la mejor vista posible.

Félix dijo...

En buena compañía, seguro que el Duero fué más Duero y la torre de la catedral más esbelta. Y, además, tuviste tiempo de admirarlo. Enhorabuena a quienes compartisteis algo más que una espléndida noche. Seguro.
Cordialmente,
Félix

Lucano dijo...

Nos apagaron las luces pero no importó, porque seguíamos viéndola esbelta y el Duero seguía siendo más Duero.

Anónimo dijo...

Como para no enamorar!!!