viernes, 5 de septiembre de 2008

Primera de feria

Pero, no creo que se atente contra la costumbre si se conversa en terraza callejera, al arrullo de palomas y chiquillos, viendo pasar a unos y otros mientras pensamos qué será lo próximo que digamos. Creía bien Félix en su "Tertulia", me parece, y hasta profetizaba ya en el lejano junio estas horas cercanas de la Plaza de los Ciento. Cigüeñas por palomas. Pedaleos por chiquillos. Terraza, silencios y palabras cuando el otoño se intuye en los paraguas y la manga larga, y el verano es sólo el punto de partida de la agradable conversación. De los adentros recónditos a las afueras diáfanas, el eco de quien murió sin haber cumplido su deseo de encontrar esa tertulia donde hallarse y deleitarse. De los cuernos y las talanqueras a los cirios y los caperuces, al rastreo de las bitácoras y los párrafos deliciosos para dar vida a las horas muertas. De Salamanca a Zamora y viceversa, y las tardías campanadas de las ocho, cuando la Concha escucha la Salve en San Vicente y el patio de la casa parece todavía más particular. De leernos cada día a escucharnos de vez en cuando, nunca saciados de lectura, siempre sedientos de tertulia y de café, poniendo la conspiración en marcha y dejando la costumbre a salvo. Sólo ha sido el principio. ¡Lo que hubiera disfrutado esta tarde el íntimo amigo!

6 comentarios:

Félix dijo...

Sé, que desde su cielo particular, nos miró orgulloso de ver cumplido su deseo y se removió, porque hubiera querido estar ahí.
Sí. Primera de feria y cruzando la raya de Sala a Mora. Compromisos adquiridos que se ven rematados. Ya sabéis, la próxima de este lado de la raya y con más gente, más amigos para recordar, aportar, conspirar, callar y aprender. Pasemos de la Plaza de los Ciento a la de la Libertad, que ahí también se hace tertulia.
Gracias.
Cordialmente,
Félix

davidiego dijo...

quizás me siento un tanto extraño asistiendo a esta tertulia iniciada por el anfitrión que nombra los días. He vuelto a escuchar y espero ser constante, de vez en cuando participaré.

Sobre el post anterior estuve discutiendo el otro día con una compañera de trabajo y cuarto, y me alegro de leer mis ideas. Me ha gustado.

Lucano dijo...

Buen paraje, Félix, la Plaza de la Libertad. Habrá que celebrar allí la segunda de una larga, que no tediosa, feria.

David, aquí nadie es un extraño, ya sabes que en estos días puedes poner los nombres que te parezca. Sé bienvenido y da recuerdos a la compañera de trabajo, cuarto y discusión.

Alberto dijo...

Ay, que sabor más rico tienen las tertulias, vespertinas y nocturnas, que entre amigos tenemos. Son una de esas pequeñas cosas que hacen tan especial la vida.

Un fuerte abrazo y ÁNIMO Félix.

Ana Pedrero dijo...

Pues sí, amigos. Allí estaba el "íntimo", revoloteando entre las sillas, mientras nosotros lo resucitábamos con un punto de nostalgia porque, en el fondo, nos negamos a incinerarlo.

La próxima, al pie del Tormes. Y que sea, al menos, tan estupenda como la de ayer. Gracias a los tres.

Besos.

Lucano dijo...

Es verdad, Alberto, porque nosotros hicimos doblete, funciones de tarde y noche, como las compañías de teatro en estas jornadas de feria.

Berrendita, es que "el íntimo" no deja de ser "uno más" entre los tertulianos. Que siga revoloteando y haciendo nido con nosotros.