domingo, 12 de octubre de 2008

Quem não viu Lisboa, não viu cosa boa

La osadía de pasar siete más siete, catorce horas en el SudExpress, mereció su recompensa en forma de una ciudad tan deliciosa como los escaparates de sus pastelerías. Lisboa, hecha a medida de los golosos y los curiosos, de los que gustamos de pasear y mirar para ver, elevada sobre el pasto de las llamas, el epicentro de los seísmos y la nostalgia de los imperios. Altiva, pero tan sencilla, que enamora por lo oscuro de sus noches y lo luminoso de sus días, recordados para siempre. Arriba y abajo los pasos por las siete colinas que la vieron nacer y la ven renacer con el ir y venir de sus gentes, bulliciosa marea que el Atlántico acuna en el estuario de un río que empieza a latir en el corazón de la Iberia. El puente tendido entre el pequeño Portugal y las tierras lejanas que sedujeron a sus navegantes intrépidos, nombrado con el día en que los claveles hicieron la revolución: fue en abril, cuando los sueños se eternizan en realidades. Los arcos robados a la piedra del Monasterio de los Jerónimos, inventados, inverosímiles, sucesivos triunfos del genio brotado de la fe, para hacer de la belleza la mejor ofrenda que los hijos pueden presentar a su Padre. La majestad palaciega de Sintra, que salpica la montaña verde de los reyes lusitanos y en días grises de lluvia vuelve más verdes aún los ojos que la contemplan. Más verdes y más hermosos. La gótica esbeltez de Belém, torre del homenaje a la historia, Turris Fortissima que hermana las aguas dulces y saladas con la sombra de su fortaleza. Los adoquines claros y oscuros de las irregulares aceras, a un lado y otro de las calzadas donde abren brecha los raíles del amarillo tranvía, músico callejero por todas las esquinas. Lisboa, nueva postal para el viejo corcho, nueva inquilina del tercer cajón, cosa boa que hay que mirar para ver, y pasearla para quererla, y probar en la dulzura de los escaparates de sus pastelerías, y en sus douradas grelhadas, y en su vinho verde, que en noches de luna creciente vuelve más verdes aún los ojos que la contemplan. Más verdes y más hermosos.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegra que te gustara. Supongo que la compañía ayudó lo suyo.

Anónimo dijo...

Vaya, tu página sigue estando genial, aunque me falte el tiempo para echarle un ojo a todo lo q escribes, pero relaja echarle un vistazo a tus comentarios. Compartir es amar, se nota q te curras el blog, un detalle en falta en los dias q corren. No cambies, caballero, un saludo desde Salamanca, yo mientras pueda de aqui no me muevo. Alice

Lucano dijo...

Sí, ayudó la compañía, y también ayudaron las sugerencias de quienes antes habíais disfrutado de Lisboa. ¡Muchas gracias! Pronto compartiremos escapada.

Alice, qué alegría volver a leerte por aquí y que te guste lo que voy dejando caer.

Lola dijo...

Vaya, el gótico manuelino. Torre de Belem, etc etc...
Es lo que tiene de interesante, un estilo arquetetónico que el Rey Manuel de Portugal impuso en Bathalla, Coimbra...
Vaya viaje chulo...qué ricos los pasteles,¿no?
Un fuerte abrazo, Tomás.
p.d. Casi no reconozco a Félix en su foto nueva de Doctor...leches, tengo que ir a graduarme sin demora.

Lucano dijo...

Muy ricos, Lola, como precioso el destino. Hasta la vista... te la gradúes o no ;-). Un beso.

Félix dijo...

Magníficos retazos de un viaje disfrutado, seguro. Espléndido recorrido el que nos dejas compartir con vosotros. ¡No hay nada como unas buenas vacaciones!
Cordialmente,
Félix

Lucano dijo...

Lo bueno si breve... En noviembre tendré más vacaciones. Un abrazo.

Ana Pedrero dijo...

¡¡Qué bonito, Tomás!! El viaje, la compañía y esas líneas últimas sobre la mirada verda que se vuelve más verde y más hermosa.

Un beso a los dos.

Lucano dijo...

Lo recogemos y lo mandamos de vuelta ;-) Hasta pronto.

CNTRPLT dijo...

Estos viajes no se pueden olvidar jamás.

Desde el momento de "susto" del tren a las douradas grelhadas, pasando por Parque y Marqués Pombal...y tú, nosotros...La clave de nuestro éxito es que nos lo trabajamos cada día, ¡hasta en vacaciones!

P.D.:No sé si soy merecedora de tales piropos! Ahora a elegir la "D"... Te quiero.

Miguel Angel Cardares dijo...

Una lástima no haber podido acompañaros, pero otra vez será. Me alegro de que lo pasaráis tan bien.

Lucano dijo...

CNTRPLT, la D de día a día, con nombre propio. Pensemos. TQ!

Miguel, otra vez será, y espero que pronto volvamos a estar en ruta. Un abrazo.

Concha Pelayo/ AICA (de la Asociación Internacional de Críticos de Arte) dijo...

Excelente retrato de Lisboa.

Lucano dijo...

Espero seguir frecuéntandola para perseverar en el retrato. ¡Bienvenido!