jueves, 29 de enero de 2009

Crispado (sólo un poco)

Creo, quizá soberbiamente, que es difícil crisparme, pero hoy, ayer ya, llegué crispado a casa. Pronto superé el trance, por la visita de María, por ser mi santo, porque la dorada a la plancha me quedó deliciosa y el vinito fue el perfecto acompañante... ¿La causa? No merece la pena, ni es el medio adecuado, extenderme en explicaciones, pero cuando los médicos desertores de la consulta, que son muchos, se meten a gestores, que intentan ser muchos también, nada bueno puede esperarse. Siempre lo escuché en casa y ahora lo experimento de forma directa. Gerencia, programa, recursos, productividad... son palabras que les encantan. Ejercer la Medicina para el sistema público (imagino que en el privado ocurrirá lo mismo o peor) conlleva asumirlas con resignación o batallar contra molinos y gigantes a la vez. Porque, ¿no existe una normativa europea que concede cada semana día y medio de descanso seguido? O la han derogado o lo que ayer valía, hoy ya no vale. Supongo que se trata de la primera decepción laboral, que no profesional, y por esto me ha crispado. Las siguientes ocasiones en que el Estado, la Junta de la "taifa" correspondiente (para mí el Sacyl) o cualquier otra manifestación del Maligno (¿exagero?) amenacen mi habitual serenidad esquivaré como pueda la embestida, y que ellos se lo guisen y ellos se lo coman, es decir, que ellos se lo gestionen y ellos se lo cobren. A mí ya no me crispan más y no imagino el día de mi deserción.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, siento que el día de tu santo no haya sido del todo.... ¿santo? Me alegra que TE quedara bien la dorada (jejejeje). Y del tema de la sanidad española.... qué voy a decir que no se haya dicho antes.
A mi lo único que se me ocurre es que, en líneas generales, el trabajo deshumaniza, aliena y destruye la personalidad humana. Si fuera bueno, ¿por qué pagarte por trabajar?
Todos los patrones (en especial los eclesiales), intentan sacar el máximo beneficio al menor coste. Lo demás da igual. Si tienes que pisar a alguien, se le pisa, si hay que mentir, si hay que engañar.... Hay que cumplir objetivos, entrar en los ratios, reducir costes, aumentar beneficios, números, números y más números. Eso no puede ser bueno por nada del mundo. Ya no solo no soy el bollus, si no que ni siquiera soy una persona. SOY UN RECURSO. Un recurso, como una silla, un ordenador soy valioso en la medida en que sirvo para algo, no por ser yo mismo.

Al fin y al cabo, tus tareas son humanizantes, ayudas a las personas a tener mejor calidad de vida. Pero piensa en el resto del mundo, además de tener incompetentes como jefes (eso no solo pasa en sanidad) ¿cual es su tarea? La mía es hacer que los ladrones ganen más dinero ¡Qué satisfecho me siento de lo que hago!. Tu mayor satisfacción es que D. XXX se va a su casa con una sonrisa después de que le recetes una nueva medicina recién traída de América que se llama Cloruro Sódico. O que D. YYY ya puede subir escaleras…

En definitiva, lo que te quiero decir es que no te agobies, con lo que no puedas controlar. Todos los que trabajamos comprendemos eso y podemos ponerte miles de ejemplos, pero no ganas nada con tu crispación. No te agobies. Sácale lo bueno que tiene tu trabajo lo que te sirve como persona y lo que te hace feliz. En el tuyo, por ser muy vocacional, es fácil sacarle el lado bueno. Y por último, si algún día eres jefe (coordinador, responsable...) de alguien, te acuerdes y aprendas de los errores de otros (qué difícil es esto!!)

Jo, vaya chapa. No se si esto es terapia para ti o desahogo para mi.

davidiego dijo...

te darán por arriba,
te darán por abajo,
incluso por los lados recibirás,
si esto te gusta, resiste,
no hay mejor medio que reventar el sistema desde dentro
o mientras haces tiempo
hasta que encuentras algo mejor.

Lola dijo...

Hola, Tomás.

Aunque con retraso, Felicidades por tu santo. Esto que hablas, pues qué te voy a contar, he oído muchas veces en casa este tipo de comentarios, de boca de cierto médico al que le quedan dos años para jubilarse. Cómo añora este señor sus primeros días en el "Hospital viejo".
La cosa ha cambiado una barbaridad.
Es el signo de los tiempos, Tomás.
Un abrazo.

CNTRPLT dijo...

¡Felicidades de nuevo Tomás!

Me alegra que mi visita disipara un poco la "borrasca" que trajiste acasa, la verdad es que ya estabas tardando en crisparte...¡eres un santo Job!

Todos sabemos que la burocracia y los profesionales de otra cosa metidos oficinistas son la gran lacra de nuestros días, con ello debemos aprender a vivir, ¡qué remedio! Pero lo peor es que, si a ellos en su día les fastidiaron de algún modo u otro, no quieran hacer nada para que los nuevos trabajadores disfruten de derechos, que no ventajas, que ellos en su día no tuvieron: "Yo me aguanté en su día, así que ahora te toca a tí"

¡Vive la rèsistance! TQ

Lucano dijo...

Bollus, cómo te explayas ;-) Ya se me ha pasado, la verdad. Esta mañana, mientras pasábamos la visita a los ingresados de Neumología o recibíamos en consulta a los que van a dejar de fumar, o están en ello, no pensaba en recursos, gestores, programas... sino en personas, que es lo hermoso de la Medicina. Un abrazo, "terapeuta".

Resistiremos, David, claro que sí.

Muchas gracias, Lola. Ya imagino que Tío Willy estará curado de espanto. Dale recuerdos. Ahora, a interpretar esos signos que los tiempos nos traen.

CNTRPLT, eso es lo peor, el conformismo o la poca amplitud de miras. Gracias por disiparme la "borrasca". TQ!

Miguel Angel Cardares dijo...

No había leído esta entrada, aún así, noté tu crispación el sábado por la noche cuando lo comentaste. Razón no te falta en el asunto.
Mi asunto parece que, a falta de prueba que lo confirme, se encamina hacía un canal de Guyon petulante. Habrá que cortar por lo sano...