domingo, 22 de febrero de 2009

Veintitrés Efe

Llegadas estas fechas es recurrente el comentario-recordatorio del fallido golpe de estado del 23 de febrero de 1981, e incluso más este año, que hasta las televisiones lo han convertido en argumento de algún serial. El hecho histórico se asocia a la imagen del teniente coronel Tejero, pistola en mano, ocupando la tribuna del orador en el Congreso de los Diputados. La televisión y la radio llevaron a los hogares lo sucedido en la Carrera de San Jerónimo, que no podía sino desconcertar, asustar, aterrar. Sin embargo, siempre me he preguntado qué debieron sentir los conductores valencianos cuando, volviendo a casa, se encontraron por el camino con una columna de carros de combate como los que, pocos meses atrás, ocupaba mi padre en el Lusitania 8 de Bétera. A alguien se le ocurrió que había que desacuartelarlos, ponerlos en ruta y avanzar sobre la ciudad del Turia, respetando el carril-bus pero no la imperfecta pero anhelada y merecida democracia. "¡Quieto todo el mundo!" mientras se mueven los tanques. Toque de queda y unas horas de negra noche, que pudieron cambiarnos la vida a los que aún no habíamos nacido. Menos mal.

5 comentarios:

Félix dijo...

Menos mal.
Fueron momentos tensos. Ahora recuerdos compartidos por muchos. Me veo, recién terminado el parcial de Bioquímica, con la radio, convertida en sustituta de barajas y bocadillos, echando humo en el Bar Laso y todos a su alrededor pendientes de las palabras de García (lo de Butanito le llegó después). Después, en casa, el televisor no se apagó en toda la noche. Y de todo aquello imágenes deshilachadas poblando el recuerdo. Sí, los disparos al techo del Salón de Plenos, la gallardía de unos y el temor de otros, diputadas de parto y pistolas apuntando a la cara, calles desiertas y tanques en las calles, una autoridad "competente" que nunca llegó y guardias saltando por las ventanas. Se supo después, pero se supo.
Menos mal.
Cordialmente,
Félix

Vitote dijo...

Que la memoria no se nos oxide, sabiendo lo que pudimos perder apreciaremos más lo que tenemos...

A cuidarse

Lucano dijo...

Debió ser uno de esos días que todo el mundo recuerda con imágenes, aunque deshilachadas, muy nítidas, como los infaustos Onces. Menos mal que aquello quedó ahí.

hamlet dijo...

Y por comentar, que la mayoría del Ejército no fue golpista, y que muchos españolitos despotrican de militares digamos "intermedios" que no podían sino atenerse a las órdenes de sus superiores.
Manzanas podridas, algunas, pero la democracia siguió su curso, a Dios gracias.
salu2

Lucano dijo...

Cierto. El Ejército es cesto grande que no por unas pocas manzanas merece ser acusado.