viernes, 27 de marzo de 2009

El jueves de la cuarta semana

Era el día y ha sido. Después de faltar al concurridísimo montaje del paso, que intenté vivir a mi manera atendiendo pacientes en Urgencias y conocí después por las crónicas de Jesús, Rober y compañía y por las fotos de Víctor, no podía faltar al comienzo de la Novena. No he faltado. Y lo he logrado sin sacar billete de autobús, porque esta noche mi Vera Cruz ha sido San Vicente, y en la que los zamoranos llaman Nuestra Madre he reconocido a la que los salmantinos llamamos La Dolorosa. En el regazo de aquélla, el mismo Cristo, con su herida de amor multiplicada por cinco; en el pecho de ésta, multiplicada por siete, la espada que atraviesa su alma para que se descubran los pensamientos de muchos corazones: "Madre mía amantísima, si soy hijo de Dios, a Jesús y a tus Dolores se lo debo...", como reza, multiplicada por nueve, la plegaria diaria, que busca y encuentra en la repetición de las palabras la renovación del descubierto pensamiento de los corazones. Dentro de unas horas se cambiarán las tornas pero no habrá variado lo fundamental. Me sentaré en los bancos de la Vera Cruz yéndome por un momento a San Vicente. Cuando pronuncie Dolores querré decir también Angustias. Cuando me acerque a su camarín y vea a la Amargura de negro, recordaré a la Concha de morado. Estaré en Salamanca sin olvidar Zamora. Será, ya es, el viernes de la cuarta semana, víspera de días con nombre: Sábado de Lázaro, Domingo de Pasión... Vísperas para hermanar ciudades y oraciones. Días para no faltar. Días de guardar. Días de gozo.

5 comentarios:

Félix dijo...

Desde hoy, y en lo que puedas, todos tus días tendrán nombre y tus pasiones también, aunque ahora dividido (en la forma) entre Duero y Tormes, entre Mozo y Nazareno Chico, entre Injurias y Doctrinos...
Cordialmente,
Félix

M@r@ dijo...

Tu lo has dicho,Dias para no faltar.
Alli estaré,sin faltar a ninguna de las citas santas que Zamora nos transmite todos los años.
En menos de una semana estaremos alli.

Un saludo

Lucano dijo...

Cómo sentís la llamada los zamoranos, M@r@. Es la madre de todas vuestras fiestas.

Félix, ya los voy nombrado. Ayer no falté a La Dolorosa y hoy no quisiera perderme el Vía Crucis de la que ya ha cumplido los 65 y no se piensa jubilar, todavía joven y naciente.

Víctor L. Gómez dijo...

Preciosa entrada al fusionar los mismos sentimientos por Nuestra Madre y la Dolorosa que muchos compartimos. La verdad que me ha emocionado.

Mañana Jueves nos veremos en San Frontis para cruz el río junto al Nazareno.

Un abrazo, Víctor.

Lucano dijo...

Iré a su encuentro, Víctor, claro que sí, para descubrir que la Semana Santa ha quedado solemne y popularmente inaugurada.