lunes, 24 de agosto de 2009

Piso de estudiantes

Ya sé que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas, pero cuando una de ellas resulta ser la causante directa de indeseada vigilia en el autobús después de una guardia de órdago, creo que estoy libre de culpa. Medio adormilado, y repensando algunos momentos de la guardia, tuve que aguantarme la carcajada, dejándola en sonrisa a medio esbozar, mientras a mi espalda, sin ponerles cara, tres o cuatro jóvenes zamoranos en su fase de estudiantes de Salamanca narraban sus épicas búsquedas de piso, se preparaban para el trabajo de poner las viviendas a tono al tiempo que atacan las asignaturas pendientes en los exámenes de septiembre (que aún sobreviven pese a Bolonia) y, especialmente, adelantaban lo que va a ser su primera experiencia fuera de casa, a sesenta kilómetros de padres y novias. Aunque el cosmopolitismo de sus hogares, si logran que alcancen esa categoría, lo van a poner mejicanos y portugueses, no andarán lejos en locura, desorden y desconcierto de la barcelonesa Auberge espagnole que describía la aventura Erasmus de unos cuantos universitarios europeos. Mis compañeros de viaje, de todos modos, marchan por otra ruta, más a la salmantina, con su carga de tunantería incluida, si bien lo que era vino de taberna es ahora calimocho de bañera: sí, oí bien, llenaron una bañera de esa extraña mixtura de vino malo y vino con secreta fórmula de Atlanta para dar de beber a los sedientos noventa y siete invitados a una fiesta en lo que no se podría definir mejor que como "una casa de locos". Y ya que los sedientos eran hambrientos, fueron setenta las pizzas encargadas, plato alejado también de la tradición charra. Cómo no, pusieron en común sus opiniones sobre el numeroso género femenino avecindado en edificios próximos del barrio de San Bernardo, que tienen convenientemente situado y fichado. Hablaron luego de la Play Station, de sus carreras, de sus recurrentes temas que me pillan algo mayor. Cascaban por los codos que no sé si han desgastado mucho delante de los apuntes este verano. Hablar por hablar. Y uno, que no se dormía, oyendo y a ratos escuchando. Sin ánimo de cotilleo. Mera curiosidad sociológica. Puro intercambio generacional.

11 comentarios:

Alberto dijo...

Ay, esas conversaciones de bus... unas veces tan llenas de sorpresas y otras de instintos homicidas por que no dejan dormir. Me ha gustado lo de "tunantería" jajajaja

Un abrazo.

Wellis dijo...

No os imaginais lo que es buscar piso de alquiler cuando eres estudiante. Cuando yo fui a Madrid a hacer un MBA me llegaron a enseñar cuartos de baño en los que el moho campaba a sus anchas, me enseñaban mesillas como si fueran cómodas mesas de estudio... y tuve compañeras con las que las cucharas desaparecían... porque las tenían pegadas al suelo!!!
Qué a gusto se está teniendo mi propia casita!!!

Félix dijo...

Nunca tuve que buscar alojamiento ni pude tener fiestas de noventa invitados. Jamás llené una bañera, ni siquiera de vino peleón (¡menudo presupuesto!), ni tuve que viajar al centro de estudio, por lo que jamás mantuve conversaciones como la que describes. Pero lo que cuentas no me queda lejos, ni por experiencia propia ni por lo que aprendo de quienes año tras año pasan por "mis manos". Es una época que siempre se recuerda con cariño aunque se despotrique contra ella.
Ahora, sólo me queda esperar para vivirla en tercera persona cuando le toque a quien me desciende (...y poco a poco ya la voy "sufriendo").
Cordialmente,
Félix

Lola dijo...

La edad, cosas de la edad, como cantaban los Modestia Aparte.
Ay, juventud, divino tesoro.

Un fuerte abrazo, Tomás.

(me estoy poniendo al día de blogs, despacito, pero bien)

Lucano dijo...

Que sepáis que este año la fiesta de la colonia estudiantil zamoranica será en un amplio piso cerca de Fonseca el 17 de septiembre. Seguro que tiene varias bañeras. Promete, ¿a que sí?

"Allí me colé, y en tu fiesta me planté, Cocacola para todos y algo de comer, mucha niña mona pero ninguna sola...".

bollus dijo...

Prometo tener la bañera llena para este fin de semana. Así no te sientes mayor.

Lucano dijo...

Jajajaja, pero la prefiero llena de agua caliente, la verdad ;-)

CNTRPLT dijo...

Y tú, ¿para que buscas alguna niña mona y/o sola? ¡Pero si yo soy monísima y ahora estoy sola! Anda que...

¡Ven ya!

Lucano dijo...

También tienes razón... Dentro de dos horas vuelo del hospital: "Pongamos que hablo de Madrid". ¡Voy!

Anónimo dijo...

Más de una conversación de ese tipo ha llegado a mis oídos a pesar de que mis oidos no la buscaban... Y creo que alguna de esas conversaciones ya me pillan también mayor... Les entiendo, les comprendo, también me han despertado alguna que otra sonrisa a la vez que otras veces me han dado pena... pero no puedo evitar el mirar con temor a las generaciones que vienen... Sí, temor, porque aunque avanzamos en muchas cosas, creo que nos estamos dejando muchas otras por el camino...

Felices viajes de bus

CRISTINA

Lucano dijo...

Ya me imaginaba, Cristina, que habrías pasado por el mismo trance. El sábado viajé de Zamora a Madrid y alguna ráfaga me llegó de estos vientos cotillas ;-)

Confiemos en que el temor se troque en esperanza, aunque visto lo visto, y oído lo oído...