domingo, 25 de octubre de 2009

Héroes de la infancia en letras de oro

En los últimos años, cuando se presentaba un nuevo álbum o se estrenaba alguna película basada en sus aventuras, no lograban reconquistarme mis héroes galos de la infancia, compañeros de tantas horas de lectura. Ahora sí. Las primeras viñetas que conocí el pasado domingo me han hecho cumplimentarles estación ante escaparates de librerías, inscribirme en un multitudinario club de fans de los que proliferan en "feisbuc" como las setas en cuanto llueva y, sobre todo, recordar los buenos ratos vividos con ellos allá por el 50 antes de Cristo. ¡Cuántas veces devoré los primeros veintiocho álbumes! Aquella vuelta a la Galia que era un Tour en toda regla pero a la gastronómica. Aquellas procesiones de druidas de la aventura en Hispania, incluida la de Helmántica. Aquellos nombres desternillantes adaptados en las traducciones: Tragicómix, Lesiondelmeniscx, Cocidomadrilenix, y así cientos. Aquellas clases magistrales de geografía e historia, con sus licencias, con sus anacronismos, lanzando dardos hacia veinte siglos después, que iban más allá del chiste gráfico, mucho más, y me plantearon innumerables preguntas. Por eso, aunque han pasado casi dos décadas, creo que volveré a adentrarme en la aldea, aunque tenga que taparme la nariz al pasar junto a la pescadería de Ordenalfabetix y los oídos cuando me acerque a su querido Esautomatix, el herrero. Me convidarán a leche de cabra en la choza de Asterix, y si nos atacan los romanos, que a decir de Obelix están locos, también me darán mi sorbo de poción, porque Panoramix se acuerda de los más fieles lectores, que estamos invitados al banquete fin de fiesta, en torno al fuego, donde siempre falta el bardo (pobre Asuranceturix) y nunca los jabalíes. ¡Irreductibles!

6 comentarios:

Félix dijo...

Yo también participé de sus hazañas y aventuras. Y, como tú, no me importaría volver a disfrutar en aquella aldea de la poción mágica, de las ocurrencias de Obelix y, sobre todo, del jabalí recién asado alrededor de un fuego de hermandad.
Cordialmente,
Félix

CNTRPLT dijo...

Pues yo siempre he sido más de los romanos, sembrando el pánico y dejando columnitas por doquiera pasaran...jur, jur!

Lucano dijo...

Están locos estos romanos... y romanas, que a Obelix, siempre ocurrente, no le falta razón. Qué gran tipo en todos los sentidos ;-)

el bollus dijo...

CNTRPLT, echas de menos mérida no????

Alfonso Carlos dijo...

Que grandes Asterix y Obelix. Por cierto, ahora hay escasez de comics me da la impresion. Se han acabado los heroes de comic. Creo que fuimos la ultima generacion en disfrutarlos

un abrazo Lucano

Lucano dijo...

Jaja, Bollus, pero en Mérida hablaban el latín con deje extremeño, eh...

Alfonso, coincido en tu percepción. Habrá que compartir con ellos a nuestros héroes, pues muchos están resistiendo bien el paso del tiempo. Es lo que tiene ser del siglo I a.C. y beber poción mágica ;-)