
Quinientos días resumidos en hora y media, e incluso condensados en los dos minutos y medio que traigo
aquí. La de Summer y Tom
"es una historia de chico conoce a chica pero no es una historia de amor". Muy adecuada la advertencia inicial, que la sucesión de fotogramas confirma en su cadena de días dulces y amargos, hasta quinientos, del cero al infinito y sin final feliz. Es lo que tiene ser arquitecto y dedicarte a parir falaces mensajes de felicitación, que la arquitectura de la felicidad te resulta una imposible asignatura pendiente para septiembre, cuando el verano termina y se agrían los besos hasta extinguirse. Siempre nos quedará el no menos seductor otoño.
6 comentarios:
Quinientos días dan para pasar por las cuatro estaciones e, incluso, repetir alguna de ellas. Tiempo suficiente para que el final sea feliz, aunque no sea el esperado.
Cordialmente,
Félix
Creo que Tom vivió unas estaciones distorsionadas, según Summer era o no era. Y al final llegó Autumn, en primavera quizá.
Es una película muy recomendable con un muy creíble argumento y ua puesta en escena muy acertada.
Creo que casi todo el mundo se puede identificar con Tomo con Summer, o incluso con ambos.
Id a verla, merece la pena.
Suscribo la recomendación. Todos hemos sido alguna vez un Tom o una Summer confundidos por los sentimientos... pero con una luz otoñal y hermosa al final del túnel.
Apunto, apunto, a ver si me llevo al cine al anti-violencia jajajjaja
Un abrazo.
Eso, eso, que hay pocos títulos aceptables para él y quizá éste lo tolere sin pesadillas ;-)
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