Cada enero, desde hace once años, mi redonda parroquia de San Marcos acoge las veinticuatro horas de Oración por la Paz. Un día con nombre propio y con clara intención. Dentro de un rato el románico círculo de la Puerta Zamora, pacífico epicentro de citas y paseos para los salmantinos, mirará a otro epicentro más belicoso, el de la tierra rebelada en Haití, el de la injusticia que ahora es mirada con la lupa de los telediarios y las portadas. Pero siempre estuvo allí. Antes de que la tierra se rebelara. Antes de que reparásemos en ellos ya habían empezado a morir. Descansen en la Paz que sólo Dios puede darles. viernes, 15 de enero de 2010
Paz
Cada enero, desde hace once años, mi redonda parroquia de San Marcos acoge las veinticuatro horas de Oración por la Paz. Un día con nombre propio y con clara intención. Dentro de un rato el románico círculo de la Puerta Zamora, pacífico epicentro de citas y paseos para los salmantinos, mirará a otro epicentro más belicoso, el de la tierra rebelada en Haití, el de la injusticia que ahora es mirada con la lupa de los telediarios y las portadas. Pero siempre estuvo allí. Antes de que la tierra se rebelara. Antes de que reparásemos en ellos ya habían empezado a morir. Descansen en la Paz que sólo Dios puede darles.
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2 comentarios:
Exquisito momento de oración e inigiualable motivo, tan urgente, tan necesario.
PD: Solo diría que las pancartas y el románico no casan... jajajaja
Cierto, cierto. Gracias por venir, por desplazarte desde Zamora. Un abrazo.
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