miércoles, 3 de marzo de 2010

Mas tus palabras no pasarán

Anoche en La Horta se sucedieron palabras de las que devuelven a uno a la Cuaresma cierta. La otra, la de las prisas, los sustos, los dimes y los diretes, es cruz de penitencia que cuesta relacionar con calles nazarenas y cultos de regla. Blanco sobre verde las leí y en la intimidad oscura del pequeño templo, a los pies de un Cristo expirante, en buena compañía, las oí. Escuché el Perdón de la tarde, camino de las aguas bautismales, sendero de libertad: "Ve y no peques más". La Promesa de un Reino paradisíaco en el que todos tienen sitio: "En verdad te digo". La Luz pronuciada en hachones que marcan la ruta: "El que me sigue, no andará en tinieblas". El Amparo al pie del dolor corporal: "Estuve enfermo y me visitasteis". El Consuelo a una sed que ansía y espera: "Yo soy la fuente de agua viva". La Agonía de la consumación total, el cáliz bebido hasta los posos: "Hágase tu voluntad". La Buena Muerte, preludio de la mejor Vida: "Sí, me levantaré". Palabras que no pasarán.

3 comentarios:

Félix dijo...

Palabras que nos guían y que permanecen porque es compromiso eterno. Otras palabras, aquellas que se dan en falsedad, deben ser renovadas por algunos año tras año porque continuamente olvidan su compromiso. Son estas las que nos duele encontrar en nuestras calles cuando nos mostramos en penitencia.
Cordialmente,
Félix

Alberto dijo...

Palabras de Vida, de verdadera Vida, y no chismes, dimes y dirites, subrayados, ve-y-diles y lenguas viperinas. A los pies de la Cruz, siempre ahí-

Un abrazo.

Lucano dijo...

"Señor, Tú tienes palabras de vida eterna".