Todos los caminos de una noche que nació a media tarde nos llevaban, otra vez, al sofá de las tertulias a cubierto, solemnizadas con el ritual del Cola Cao, "desayuno o merienda ideal"... y no digamos como menú de madrugada entre amigos, como postre de largas horas tan cortas, estiradas hasta el bostezo, hasta la carcajada, hasta la sucesión de las historias de siempre contadas como nunca y servidas en las tazas de la amistad.
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6 comentarios:
Un ritual francamente "entrañable" este nuestro. Encierra la esencia de algo indescriptiblemente atractivo, acogedor ¿no creeis?
Ya lo creo, amigo. Para los del gremio, he incluido un link muy interesante en mi lista: "Caminito del MIR". Una casi R2 de Familia en Madrid cuenta su experiencia, y la verdad es que me ha enganchado (gracias, Raúl, por el enlace). ¡Leed a Isabel!
Brindo con una de estas tazas para que lo podamos repetir muchas ocasiones! Pero reivindico que no sólo de "colacao" vive el hombre. Arriba los cafeteros! Un abrazo
Y arriba las galletas de Mercedes, que entran de una manera... Tres, cuatro, cinco... Ni Triki engullía tantas.
Eyyyyyyyyyy!!!!!! En esta ocasión faltábamos algunos eh!!! Rafita y yo!!! Para la próxima se avisa! jajaja. Menos mal que radiopatio sigue funcionando estupendamente, y siempre nos acabamos enterando de esas largas conversaciones con el Cola-cao.
RadioPatio emite como un cañón... pero no es su objetivo tener mucha audiencia, ¿verdad?
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