domingo, 9 de marzo de 2008

Silencio en La Catedral

No ha sido exactamente silencioso. Ni mucho menos un minuto. Pero como ha sido en La Catedral, es noticia. San Mamés, a duras penas, es ya un estadio normal en el que se guarda respeto a quienes mueren por la libertad de todos. Donde se honra a los hombres buenos que algún día decidieron que podían trabajar por el bien común. Como lo hizo Isaías Carrasco siendo concejal socialista en un ayuntamiento dominado por quienes se niegan a condenar el terrorismo. A Isaías lo mataron el viernes a la puerta de su casa cuando marchaba a trabajar: cobraba los peajes de la autopista que une Vitoria con Éibar. Amaba y hacía suya la tierra de sus padres, el vino de Morales de Toro, la Semana Santa de su pueblo, las capeas de recortadores. Tenía mujer e hijos, y era hincha acérrimo del Zamora y del Athletic de Bilbao. Un corazón rojiblanco. Nunca es tarde si la dicha es buena. Dios quiera que ya no tengan que guardarse más minutos de silencio.

4 comentarios:

Alberto dijo...

Que Dios lo tenga en su gloria, a nuestro paisano zamorano, a nuestro compatriota en la libertad.

Un abrazo.

Lucano dijo...

Que así sea. Descanse en paz.

Ana Pedrero dijo...

Que los hombres te oigan, Tomás, ya que Dios escucha, pero a veces duerme. Y cuando habla, algunos se hacen los sordos.

Mil besos. Descanse Isaías en paz.

Vitote dijo...

Sólo añadir que es muy triste que esto tenga que ser noticia...

A cuidarse