No ha sido exactamente silencioso. Ni mucho menos un minuto. Pero como ha sido en La Catedral, es noticia. San Mamés, a duras penas, es ya un estadio normal en el que se guarda respeto a quienes mueren por la libertad de todos. Donde se honra a los hombres buenos que algún día decidieron que podían trabajar por el bien común. Como lo hizo Isaías Carrasco siendo concejal socialista en un ayuntamiento dominado por quienes se niegan a condenar el terrorismo. A Isaías lo mataron el viernes a la puerta de su casa cuando marchaba a trabajar: cobraba los peajes de la autopista que une Vitoria con Éibar. Amaba y hacía suya la tierra de sus padres, el vino de Morales de Toro, la Semana Santa de su pueblo, las capeas de recortadores. Tenía mujer e hijos, y era hincha acérrimo del Zamora y del Athletic de Bilbao. Un corazón rojiblanco. Nunca es tarde si la dicha es buena. Dios quiera que ya no tengan que guardarse más minutos de silencio.
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4 comentarios:
Que Dios lo tenga en su gloria, a nuestro paisano zamorano, a nuestro compatriota en la libertad.
Un abrazo.
Que así sea. Descanse en paz.
Que los hombres te oigan, Tomás, ya que Dios escucha, pero a veces duerme. Y cuando habla, algunos se hacen los sordos.
Mil besos. Descanse Isaías en paz.
Sólo añadir que es muy triste que esto tenga que ser noticia...
A cuidarse
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