... que al lugar donde has sido feliz sí debieras tratar de volver. Versiono a Sabina para desmentirle. Porque en estos dos meses escasos allí he sido aún más feliz de lo habitual. Entre la quemadura de Pascuala del día de Reyes por la tarde y la laringitis de Diego, hace escasas horas, un compendio de Medicina Rural, en la sencillez de sus medios y la grandeza de estirarlos cultivando la relación de confianza, que no enseñan en la Facultad y en el hospital es difícil aprender. Llegué a La Guareña una mañana de enero creyéndome con vocación de médico de pueblo y esta mañana de febrero he salido del Centro de Salud de Fuentesaúco convencido de que lo que creía es cierto. Mucho más cierto que entonces, después de estas semanas con María y José Manuel, conociendo distintas formas de trabajo con el denominador común del sincero interés por el paciente, entrando en las casas y en las familias, diciendo y sobre todo escuchando, comentando y proponiendo. Se ha pasado rápido, como todo lo bueno, pero hemos encontrado tiempo para consultas y visitas, residencias y avisos, burocracias y sesiones, reuniones de equipo y cafés de las nueve y media, bisturíes eléctricos y de toda la vida, arroces a la zamorana y sopas de ajo. Volveré.
sábado, 27 de febrero de 2010
viernes, 19 de febrero de 2010
Primer viernes: promesa y destino
Aquel primer viernes fue así, y así debieran ser todos, sustentandos en la Luz que prevalece y en la Vida que acaba triunfando: una promesa fiable, un destino seguro. Surcando calles que serán el lugar de los hechos de la mano de Félix. Reflexionando en el oasis fabricado por un farol que enciende Alberto. Recopilando palabras e imágenes que conforman el mosaico de Lignum Crucis, ya el décimo. Confeccionando nóminas de insignias y apuntando a sus portadores, enviando cartas de bienvenida y transformando las cartas en abrazos, recorriendo estaciones dolorosas y cayendo tres veces hasta levantarnos. Promesa y destino otra Cuaresma.jueves, 11 de febrero de 2010
Prueba superada
Mirando anoche a través del retrovisor del tiempo distinguí bastante nítida la preocupación pre-examen que tan lejana me quedaba. Más de dos años atrás. Bioquímica y sus aminoácidos, Anatomía y sus inserciones musculares, Farmacología y sus grupos terapéuticos, Microbiología toda ella... Entonces, sudores por medio, no fue mal. Hoy, con menos sudores, tampoco. A la primera. Por delante, en el horizonte, la carretera hacia un pueblo perdido de pequeño consultorio, las prisas para llegar a un lecho del dolor, el placer de poner rumbo a una tierra nueva por descubrir. Buen camino.martes, 2 de febrero de 2010
Calle Mayor S/N
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