viernes, 28 de noviembre de 2008

Tríptico de cuatro

Sigüenza. "De donde no hay, no se puede sacar", profetizaba un acérrimo atencino al hablar de Sigüenza, "un invento" según él. Invento bonito, elegante, acogedor, bien inventado. Viejas historias de Castilla la Vieja más que de la Nueva para anotar en el cuaderno de los viajes y conservar, como oro en paño, en el tercer cajón de los recuerdos. Sobre la ciudad episcopal, el cielo abierto del penúltimo domingo de noviembre, que ahuecó un imperfecto óvalo entre la Catedral-Castillo y el Castillo-Catedral, como queriendo hacer de calle mayor celeste y llevarse al Doncel para sí. Entre sus manos, las letras, mas presta la espada de las conquistas. Entre las nubes, la claridad que hacía de espejo para la bien inventada Sigüenza, como Don Gerardo se inventó una obra, la de su parroquia de San Vicente, contada al calor de la fría noche y en la cercanía del Señor. Piedra a piedra, como un nuevo Francisco en San Damiano. Entre los grises, el blanco de la sinceridad de conversaciones confiadas y la alegría de sabernos queridos. Atienza. Carretera recta pero abrupta: salinas de Imón, Braveheart, listos para la batalla porque había que subir un castillo aún más alto, erigido en la roca de los moros y los cristianos, de los navarros y los aragoneses, de los leoneses y los castellanos, del Cid y las guerrillas. La vieja Tithya, la vieja capital de los arrieros, la vieja cabeza de un rico común, es hoy un pueblo pequeño en habitantes pero grande en patrimonio. Amén del castillo, la patria chica del comunero Juan Bravo ofrece varios museos en alguna de sus muchas iglesias y anda embarcada en otro más, de carácter etnográfico. Muy notable la talla del Cristo del Perdón, de Carmona, que recuerda a la de Nava del Rey. Sólo Él ya justifica los kilómetros de carretera, de ruta compartida, de piernas de cordero, migas y pisto, de setas y dulces de las monjas, de "estertores" y chistes con chispa: "¡ffflan!". Madrid. Primero, Barajas, que no es lo mismo: la Misa de la parroquia de Loreto (¡qué propio!), el frío salmantino del regreso caminando y los huevos fritos con chorizo suenan a casa. Como en casa me sentí dando vida a un hogar joven y cálido, que me olía, y aún conservo el aroma, a infancia y familia. Lunes: línea rosa hasta Nuevos Ministerios, línea azul marino hasta Plaza de España. Debod, Palacio Real, La Almudena y Madrid, también cofrade. Reencuentro en Sol, kilómetro cero de todas las Españas. Carne roja en De María para festejar la Davis... o más bien para festejarnos a nosotros. Línea también roja hasta Goya para festejar otro reencuentro, el segundo del día, con Aniña y con aquel verano de Méjico. El martes no fue de reencuentro, sino de hallazgo que merecería otra entrada: El Prado nada menos, con Rembrandt ahora y sus clásicos de siempre. Entre cristales, mientras ondeaba la bandera con un vigor inusual, nos contamos lo que vemos y lo que no logramos ver, lo felices que podemos llegar a ser y lo escondidos que pueden llegar a estar los buzones. Así empezamos a tramar la próxima escapada, al son de almendras cachadas, a cuatro voces con sus respectivos unísonos.

8 comentarios:

Félix dijo...

¡Ese cuaderno del tercer cajón! Da envidia ver cómo exprimes tus viajes hasta que no queda gota.
Cordialmente,
Félix

Lucano dijo...

Todavía conservo jugo, que iré derramando, o trasvasando del tercer cajón a este otro. Seguro que los tuyos también dan buen fruto.

Anónimo dijo...

jejeje, salgo en tu blog

Lucano dijo...

¡Hala, es verdad! Espero que no me demandes por publicar tu imagen sin permiso. Anda, sé piadoso.

Anónimo dijo...

Todavía estoy esperando las historias del "Grupo Amanecer" jejeje, que van a ser ya casi tan sonadas como el vídeo del "Entierro de San Lucas", jejeje.
Oye y la escapadita a Pucela??? también tiene muchas cosas que ver, jejeje
Disfruta mucho!!!! Muakssssssss

Lucano dijo...

Inma, prometo dedicar un rato al "Grupo Amanecer" y su periplo mediterráneo... y prometo recalar en Pucela también: sabes que no paro. Por cierto: Salamanca-Real Sociedad el 24 de mayo, te invito con suficiente antelación ;-)

CNTRPLT dijo...

¡Tomás!¡Qué memorión! Ni yo me acordaba ya de algunas anécdotas del viaje y ¡qué viaje!

Me ha marcado para siempre aquéllo de :"Señorita, usted tiene cara de no haber visto en su vida una puerta secreta". Elñ hombre ignoraba que una salmantina tiene trillado éso de las puertas secretas en los altares y otras dependencias de una iglesia, y más siendo de la Vera Cruz...

A Ely y a Ger también les ha encantado tu visita. Volveremos pronto y Madrid volverá a ser el campamento base hacia nuevas rutas.

¡Te quiero! Besos, María.

Lucano dijo...

De Madrid al cielo, mi bien. TQ